sábado, 18 de mayo de 2019

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 125


Capítulo 125: Hacía el fondo del océano.



Mientras el barco se hundía en el océano, lo primero que vi fue un grupo de peces, parecidos a los goblins, pasar a un lado nuestro mientras esquivaban las burbujas que envolvían al Piscis.

Alzando la vista, vi como la superficie se desvanecía poco a poco.


—… Por el momento, parece que estaremos bien.

—Sí, podemos respirar; de momento, deberíamos averiguar que quiere ella de nosotras.

—Arge-san, Felnote-san ¿¡Qué es esto!?

Gracias a la magia de recuperación que use antes, la condición de los demás debió mejorar, siendo ese el porqué Kuzuha-chan, que estaba cuidándolos, pudo decidir darse el lujo de dejar la cabina.

—Kuzuha-chan… Uhm… ocurrió un pequeño problema.

—Sí, puedo notarlo con solo mirar… pero ¿Está todo bien?

—Esto es obra de una chica que se refiere a sí misma como un demonio del océano… y por alguna razón, ella quería que fuésemos a visitarla.

—… ¿Demonios oceánicos? Sus ancestros eran criaturas vivientes: como los pulpos, calamares, entre otros, y una de sus razas son las sirenas. Son Beastkin como yo, sin embargo, son una tribu diversificada que vive bajo el océano.

Mientras Kuzuha-chan explicaba, el Piscis era arrastrado hacia el suelo marino.

No sé cómo este haciéndolo, pero de momento, es más importante comprender nuestra situación.

Mirando hacia atrás, desde la punta del barco, mi vista se dispersó en un paisaje azul, que en sí mismo parecía calmo y claro aunque las corrientes oceánicas eran intensas.

El Piscis no es afectado por estas ya que está cubierto por espuma pero, gracias al entorno, puedo entender que tan fuerte es la presión del agua. No creo que quiera salir fuera de estas burbujas.

—… También tenemos que explicárselo a Zeno-kun y a los demás, incluso si nosotras mismas tampoco entendemos mucho.

—Bueno, como solo yo puedo hablar con Richelle-san, se lo explicaré más tarde, su mareo debió curarse por mi magia desde hace rato.

— ¿-Qué pasó?

—Oh, hablando del diablo.

Zeno-kun llego junto a Richelle-san.

Que oportunos, puedo explicarles la situación fácilmente mientras que, asimismo, puedo comunicarme con Neguseo mediante la telepatía del contrato de sangre.

Sin embargo, con solo verlo, Richelle-san entendió lo que pasaba y habló.

—Demonios oceánicos… Escuché que ellos viven bajo el océano que rodea al continente demoniaco, y que había una reina del mar que supervisaba los mares.

— ¿Reina de los demonios oceánicos?

—Sí. Pero ella debe tener una razón para capturarnos con vida, en vez de hundir el barco sin preguntar. Al menos este lugar está cerca del continente demoniaco… ciertamente, esas son buenas noticias.

Y dijo eso mientras sonreía.

Una sonrisa como las de siempre, pero incluso para mí, siendo alguien tan insensible, encuentro algo extraño el hacerlo en un momento como este.

Como sea, el propósito de nuestro viaje es devolverla a su pueblo natal, no puede evitarse que ella este feliz, de algún modo, por estar acercándose a su tierra.

Pero entonces, tal vez entendió las circunstancias en cierta forma, puesto que sacudió su dorado cabello e inclino su cabeza; debió sentirse arrepentida.

—Tal vez la reina solo quiere tener una charla importante con Arge-sama, así que no necesitas preocuparte realmente, por ahora, deberíamos intentar hablar con ella primero.

—Bueno… no sé cuál sea su propósito, pero terminemos esto y volvamos pronto.

—… Parece que estamos por llegar al fondo del océano.

Al decir Felnote-san aquello, todos miramos al fondo del mar.

… ¿Una villa?

Y nos encontramos con un paisaje lleno de techos, bien organizados, sobre un camino de piedra igualmente bien estructurado. Además, las algas estaban clara e intencionalmente plantadas al final de los caminos.

Dicha escena llego a nuestros ojos, oscilando debido al agua que nos rodeaba, en un parpadeo.

Muchas de las personas, que iban y venían de un lado a otro, tenían escamas a través de su cuerpo, mientras que la mitad inferior de este, era como de calamar; quizás ellos sean los demonios oceánicos.

Dichos seres, cuando estaban en el suelo, caminaban en lugar de nadar, y en el océano, hacían las dos cosas.

Lo que vemos, claramente es una villa bien cuidada y establecida.

Estando al lado mío, Zen-kun abrió mucho su boca, como si estuviera viendo cosas inimaginables.

—Un paisaje urbano… En un mar tan profundo…

—Escuche que hay una reina entre los demonios oceánicos que es realmente buena con la magia, pero… pensar que ella pudiera hacer un lugar como este.

—De cualquier forma, el final se ha vuelto visible.

El hecho de que podamos ver este paisaje urbano, significa que estamos en el fondo del océano.

Como evidencia, el Piscis ha comenzado a disminuir la velocidad con que desciende.

—Cómo están clientes ¿Qué piensan de esta, mí ciudad?

Y, repentinamente, nos llamaron desde atrás.

Como estábamos embelesados mirando la villa, no la note acercarse; parece ser que lo mismo aplicó a los demás, ya que todos volteamos con pánico.

Por la manera en que habló, parecía como si ella hubiera estado ahí desde el principio.

Una chica de piel azul, parada frente al timón.

Su rostro lucía un poco más maduro que el mío, y pesar de su piel azul, tenía dos piernas que la hacían ver casi igual a un ser humano, además de que su cabello ondulado era púrpura, y sus ojos dorados.

Nadando alrededor, movía sus piernas como si fuesen la aleta de un pez, y tocaba el barco mientras reía, dejando ver un filoso y puntiagudo colmillo, como los de un tiburón, antes de asentir varias veces.

—Ho ho ho, esto es interesante, es la primera vez que veo un barco que no esté roto.

—Tú fuiste… Uhm, la que nos habló antes.

La familiar voz parecía estar divirtiéndose, definitivamente pertenece a la reina de los demonios oceánicos que nos invitó al fondo del océano.

Cómo sea, esta chica es muy pequeña para ser llamada la reina, únicamente sus modestos pechos le sientan bien a su cuerpo.

— ¡Sí! ¡Yo soy Kutira! ¡La reina que supervisa esta ciudad bajo el mar! Bienvenidos clientes, pueden relajar…

*Golpe*

Estando concentrada en hablar, terminó golpeando su nuca con el timón mientras nadaba.

Tal vez fuese porque ella estaba dentro de la burbuja que el golpe sonó pesado.

—Ella se golpeó la cabeza…

—Ella realmente se golpeó la cabeza…

—Sí, ella ciertamente se golpeó la cabeza…

—… Uhm, Arge-sama ¿Crees que ella esté bien?

—Uhm… ¿Estás bien?

Fue un sonido bastante fuerte y ella seguía sufriendo por el golpe; no podía decir si estaba bien.

—Fu e…

Y una tenue palabra que arrebataba el aliento, se le escapó; había lágrimas flotando cerca de sus ojos dorados.

Seguidamente, volteó la palma de su mano hacia nosotros.

—Esta vez no cuenta.

— ¿Huh?

—Esta vez no cuenta, los clientes no han visto nada ¿Verdad?

—… Bueno, entonces, por favor hazlo de nuevo.

Asintiendo, dio un paso al frente, rectificó la distancia entre ella y el timón detrás suyo varias veces, para  luego revisar su apariencia, arreglando su cabello y limpiándose las lágrimas del rostro.

Hasta que finalmente, aclaró su garganta, y habló nuevamente.

— ¡Fu ha ha ha! Lo han hecho bien, sean bienvenidos a nuestra ciudad en el fondo oceánico, clientes. Yo soy la reina de los demonios oceánicos, Kutira. ¡Permítanme darles la bienvenida!

—Ahaha… gracias.

Incluso si no lo entendí bien, ya es muy tarde para que ella corrija su entrada.


Kasu: Traducción
 Fantasma-san: Corrección


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