Capítulo
162: Algo que no veía desde hace tiempo.
En estos momentos estamos en el jardín del castillo del rey, un lugar
donde podemos sentir el viento de la noche. Mientras inclinaba su cabeza,
Aoba-san dijo.
—Te mostré algo vergonzoso.
—No importa, me sorprendí un poco, pero estoy contenta de que estés bien.
Luego de sacarla del baño y regular su condición física con mi magia de
recuperación, Aoba-san me invitó a dar un paseo durante la noche. Como soy una
embajadora de buena voluntad por parte de R´lyeh puedo andar libremente por el
castillo.
Tampoco es como si pudiera dormir después de eso, en primer lugar, ahora
mismo es media noche. En otras palabras, no tengo un plan en particular o una
razón para rechazarla, por lo que
salimos a caminar.
—De cualquier forma, sigo sin poder sacudirme los hábitos de cuando era
humana. Alraune es débil al calor… no lo sabía.
Aoba-san parecía estar un poco cohibida cuando dijo eso. Creo que ella
intentaba decirme algo cuando estábamos en el baño hace rato, pero no fui capaz
de escucharla. Aun así, al menos para mí, de algún modo pude entender que
nuestra pequeña promesa es muy importante para ella.
—Lo siento Aoba-san, no pude cumplir mi promesa.
Me disculpé como es debido e incliné mi cabeza. Para mí fue algo pequeño,
pero para Aoba-san esa promesa significaba mucho, al grado de que ella terminó
con su vida. Si es así, pienso que debería disculparme.
Aunque no es algo que yo hubiese querido, ya que no pude haberlo hecho de
otra forma en la casa Kuon y dormí para siempre. No pude despedirme de nadie y
dejé ese mundo mientras dormía. Y ahora es bastante extraño que podamos charlar
de esta forma. Nos estamos viendo la una a la otra. Puedo disculparme por una
promesa que hice en otro mundo al cual ya no puedo regresar más, eso es algo
preciado.
—No importa… pudimos encontrarnos de nuevo. Te pareces mucho más a una
flor ahora, la escena que quería ver seguramente está… aquí.
—Gracias…
—Pero… es inútil. Ahora que podemos vernos, mi corazón egoísta saldrá a
flote y pensamientos malos brotarán.
— ¿Corazón egoísta? ¿Es así?
—Sí, porque durante ese tiempo quería verte florecer en un lugar que no
fuese ese mundo… Entonces… ahora que estoy frente a ti, quiero verte más de
cerca, eso es todo.
—Aoba-san…
Ella parecía ser reacia a expresar sus sentimientos, por lo que me le
acerqué casualmente y la mano que le extendí tocó la flor en su hombro. ¿Así es
como ella se siente? De algún modo, tengo una sensación cosquilleante. Lo que
le dije después fueron mis más sinceros sentimientos.
—En realidad no pienso que sea extraño, si una de nuestras ilusiones se
cumple desearemos otra. Pienso que tener varias metas y hacer lo que queramos
no es algo malo.
—Ginji-san…
—Es Argento Vampear, me gusta más ese nombre.
—Arge-san…
Incluso entre conocidos de aquella época, no quiero que me llamen por mi
antiguo nombre. Después de todo, no encajaba en ese mundo y ahora me siento
cómoda aquí, como Argento Vampear. De cualquier forma, el hecho de que tuve el
nombre de Kuon Ginji es algo innegable, es parte de un pasado que no puedo
dejar a un lado, y alguien que conoce ese pasado está frente a mí ahora. Si es
así, estoy segura de que puedo cumplir la promesa que hicimos aquel día.
—Aoba-san… sé que es tarde, pero vayamos a ver las flores de cerezo…
Conozco un buen lugar donde estas crecen hermosamente, “Sakura-nomiya”
—Sakura-nomiya… Es la capital de la república, he oído de ella.
—Sí, cuando vine a este mundo vi varias cosas y conocí a muchas personas…
Fui capaz de hacer muchos recuerdos hermosos, a diferencia de antes.
Las personas que conocí y los lugares a los que fui se han tallado en mi
memoria tan vívidamente que puedo recordarlos a la perfección. Mi meta sigue
siendo tener tres comidas al día y poder dormir a cualquier hora, aunque a veces
hubo momentos en los que tuve que enfrentar varios problemas, también hubo
otros bastante divertidos.
—Si te los cuento, pienso que dejarías de pensar en mí como un capullo.
—Tú también te volviste codicioso…
—Puede ser.
Sonreímos casualmente y nuestras voces desaparecieron en el cielo
nocturno. Nos sentíamos cómodas incluso después de que nuestros cuerpos, que
acababan de sumergirse en agua caliente, se expusieran al frio, y nos miramos.
Estoy segura de que estamos conversando con más naturalidad que cuando
estábamos en la casa Kuon.
Es lo que pienso.
— ¿…?
Gracias a la calma mi sentido del olfato fue sensible a algo que perturbo
paz, un aroma que obviamente me es desagradable y recuerdo bien, un olor frio e
irritante para mi nariz.
—Una aeronave…
El mismo aroma a metal y aceite que sentí en el territorio de Richelle.
En el momento en que lo percaté, miré al cielo.
—Arge-san ¿Qué pasa?
—Hay algo que tengo que decirte Aoba-san.
— ¿Eh…?
—Parece ser que no somos los únicos de la casa Kuon en este mundo.
Llegó en el momento en que dije eso.
Algo cayó del cielo acompañado de un estruendo que cortó la calma; el
golpe destruyó la calma de la noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario