jueves, 9 de julio de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 177


Capítulo 177: Corazón ardiente.

¡No puedo dormir!

Mantuve mi grito dentro de mí en lugar de dejarlo salir.

Las Alraune no necesitan dormir, sin embargo, incluso si pudiera, me sería imposible hacerlo en una situación como esta; Ginji-san está durmiendo a un lado mío. Al igual que yo, que me convertí en una Arlaune, él se convirtió en un vampiro y, más aparte, su género cambió al de una chica, por lo que ahora es más apropiado referirme a él como “ella”.


—Uuuu.

Su rostro ha cambiado, su voz e incluso su género. Pero luce igual, desprende la misma sensación, y tiene el mismo  corazón que Ginji-san.

—Está muy indefensa…

Estoy muy feliz por estar tan cerca de ella, pudiendo ver y tocar su rostro dormido fácilmente.

—Haa…

Mientras suspiraba, recordé cuando estuve a punto de reencarnar. En aquel momento estaba frente al ángel.

—Como mi deseo jamás se haría realidad, no tenía sentido hacer algo como renacer.

Ese es el por qué lo rechacé en su momento. Fue entonces cuando el ángel tan solo sonrió un poco y me forzó a hacerlo. Quizás desde entonces ese ángel ya lo sabía, que Ginji-san estaba en este mundo.

No lo sabía, y no tenía idea de qué hacer cuando llegué aquí. No tenía la voluntad para vivir en serio y tan solo quería un lugar para amar las flores sin molestar a nadie. Por lo que escogí la opción de gobernar un territorio y quedarme ahí.

—No es bueno… ¿cierto?

Cuando ya me había dado por vencida conocí a mi amado una vez más. Fue un milagro que las flores muertas pudieran volver a crecer, y eso significó mucho para mí. Era como una tonta, que creció y se enamoró a una relativa temprana edad, pero para mí, él era mi único amor.

—Ginji-san, no…  no pude estar a tu lado cuando moriste.

Para empezar, él ya había sido considerado innecesario para la familia por lo que, incluso si moría, su funeral se haría en secreto sin que nadie se enterara. Solo supe de su muerte cuando ya se habían llevado todo y su celda estaba vacía.

—Te dije que volvería para poder ver las flores contigo de nuevo… y ese “de nuevo” ¡Jamás podría volver a suceder!

Aquella vez fue tan frustrante que casi lloré de tan solo recordarlo. No solo no pudimos cumplir la promesa que hicimos, ni siquiera pude despedirme y la vida de Ginji se perdió en la oscuridad. Pensaba ayudarlo a escapar algún día, y me preparé para ese fin de poco en poco, pero todo terminó antes de que pudiera hacer algo y ni siquiera me enteré a tiempo.

Así era ese mundo, y no había modo de que pudiera quedarme en un mundo donde ni siquiera pude salvar a la persona que más quería.

—Tu cara ha cambiado, pero no pareces otra persona.

Eres a quien más quiero, incluso si tu rostro ha cambiado, tienes otra voz que jamás había escuchado, o si reencarnaste en un vampiro de otro género. Aunque ya no tenga un corazón, esta sensación dentro de mi pecho jamás cambiará, mi amor no puede desaparecer.

—Yaawn…

—Duermes tan indefensa.

Simplemente bostezó sin siquiera saber lo que pasa, ella duerme tan tranquilamente. Uno normalmente se incomodaría, pero mi amor es más grande que eso y no pude evitar sonreír. Me gustaría que durmiéramos sin que nadie nos molestase, envueltas en flores. Estoy tan emocionada que podría dejarme llevar.

Quería volver a verlo, lo deseé con toda mi alma, y después de derramar muchas lágrimas al final fue sangre, renuncié a mi vida. Ahora que nos volvemos a encontrar, mi corazón solo ansía cosas egoístas y hace mucho escándalo cuando me le acerco, que mujer tan extraña soy.

—Menos mal que no tengo un corazón.

Las Alraune no tienen órganos, y nuestro cuerpo contiene un dulce néctar en lugar de sangre. Por eso no necesito los latidos de un corazón. Si lo tuviera, estaría a punto de estallar en estos momentos de lo feliz que estoy por compartir la cama con Ginji-san.

De todos modos, puedo sentir que la temperatura de mi cuerpo está aumentando. Eso se debe a que mi dulce néctar se está moviendo por mi cuerpo demasiado rápido debido a mi euforia.

—Te amo, no dejaré que te vayas esta vez.

Incluso si puedo darme cuenta de que fui egoísta, no quiero detenerme. Me di por vencida una vez pero ahora él está conmigo. Sin intentar frenar mis sentimientos, me acurruco más cerca suyo.

—Algún día… haré que tu corazón lata como loco, que ni siquiera podrás dormir como lo estás haciendo ahorita.

Cerré mis ojos tras decirle eso. En una situación en la que solo yo estoy emocionada, si bien no necesito dormir, si sigo mirando su rostro pensaré en más y más cosas. Como mi amada, que está inmersa en su sueño, tan solo me estaré quieta como una flor a su lado.

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