miércoles, 23 de septiembre de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 184

Capítulo 184: Conde negro

—Oh… ya veo.

Sin siquiera estar ansioso, algo demasiado fuera de lugar, él se giró a vernos y sus palabras simplemente mostraron que acababa de entender lo que pasada.

— ¡Cuchilla maldita!

—Al parecer tú me odias.

A pesar de haber sido atravesado por múltiples cuchillas, habló casualmente. Elsee-san, en cambio, tenía una intensa mirada, como si fuese a matar a alguien con solo verlo. No había margen de error en sus movimientos, pero por sus ojos parecía haber perdido la razón y estar controlada por la furia y el odio.

— ¿Odio? ¿Dijiste odio? ¿Crees que es algo tan simple como eso? ¡Te mataré! ¡Te mataré! ¡No dejaré que quede rastro de tu carne o poder mágico!

En respuesta a los sentimientos de Elsee, las quimeras empezaron a inundar al conde. Cada monstruo atacó con la intención de aplastar completamente su cuerpo, que ya había sido atravesado por varias cuchillas.

Algunos escupían llamas, otros golpeaban con sus brazos o blandían espadas de viento. El excesivo uso de fuerza mostró el odio de Elsee.

—Es una pena.

Por eso se me hizo extraño escuchar su voz. Debería serle imposible moverse debido a las maldiciones y, con tantos eso ataques, no sería extraño que no quedara ni rastro de él como Elsee dijo. Sin embargo, a pesar de todo, su voz carente de emoción resonó, llegando a los oídos de todos.

—Una cuchilla maldita debería ser así…

—¡!

Recitó un hechizo y terminó en un instante. Innumerables cuchillas emanaron del cuerpo del conde estas atravesaron a cada una de las quimeras. Solo Elsee-san y Bandersnatch, que pudo reaccionar las palabras de su maestra, tuvieron tiempo de escapar.

—… “Espinas”

Justo después, recitó otro hechizo que hizo eco en el cielo. Un jardín de espinas fue creado y este cubrió a las quimeras de Elsee-san, absorbiéndolas. La magia no terminó ahí, tanto las cuchillas como las espinas, destrozaron a sus oponentes desde dentro.

—Es algo como esto, dorada.

El conde dijo, de algún modo, aburrido, sin siquiera tener heridas en su cuerpo aunque recibió múltiples ataques. No estaba pretendiendo estar bien ni intentó defenderse, simplemente recibió los ataques en silencio y no obtuvo ninguna herida.

Un poder abrumador…

Un enorme y violento poder mágico capaz de destruir por sí mismo la armada de Elsee-san. Una existencia que bien podría ser llamada un desastre.

—Conde negro… uno de los vampiros fuera de la norma.

Las palabras de Iris-san me indicaron que se trataba de una existencia de la cual ya había oído antes. Entre los vampiros de este mundo, hay tres con un poder inusual.

Elsee, la princesa dorada.

Mutsuki-san, el lord escarlata.

Él debe ser el tercero restante. Por su aspecto, que viste harapos negros, como si la misma oscuridad anduviera, le hace digno de la palabra negro.

—Ah…

Evidentemente, Elsee-san tiene la desventaja en estos momentos. Aunque estuviesen dentro del mismo rango, ella estaba temblando, como si todo el coraje de antes no hubiera pasado. Parece una chica desesperada que ha visto como las cosas importantes para ella fueron destrozadas frente a sus ojos.

—Lo repito, princesa de los vampiros. Será inútil si todo lo que amas son mariposas y flores.

—NO, NO…

—No eres buena para pelear, lo sabes tú misma. Intentaste engañarte y elevarte al punto de que te llamaron desastre, pero admítelo. Eres la más débil, solo una princesa astuta que atreve a llamarse a sí misma una de los tres pilares.

— ¡DETENTE!

—Además, tú misma lo dijiste. Tan solo admítelo, incluso con tus ojos cegados por la ira no me puedes vencer, eres la misma de aquel entonces. Te llamas a ti misma una princesa, porque no eres nada, sino una debilucha.

— ¡Cállate!

Elsee gritó, dejando que sus emociones explotaran. Sus creaciones con magia parecieron salirse de control. De hecho, ella en verdad ha perdido el control. Debió suceder algo en el pasado, siendo esa la razón por la que odia a los hombres.

Elsee, que ha perdido la razón, sigue usando su poder mágico. Un poder oscuro mucho más fuerte que el que usó contra Felnote-san, el cual ya era lo suficientemente fuerte como para ignorar mis resistencias.

— ¡Te destruiré! ¡“Catástrofe”!

Magia tan poderosa como para ser llamada una calamidad. Un vórtice de destrucción que arrasó con los edificios alrededor solo para destruir a un único objetivo.

—“Desastre”

La respuesta del conde sonó sin emoción. Su magia era similar a la de Elsee-san. Dos poderosas fuerzas de destrucción que hicieron un remolino cuando chocaron.

—Te lo enseñaré, al igual que ese día. Las cosas irrazonables son así.

— ¡AAHHHH!

Un vórtice irracional ahogó el grito de la vampiresa dorada.

 

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