Capítulo
181: Retomando el baile.
—Me pregunto si Satsuki-san y las demás estarán bien.
—Lo mejor será que te concentres Arge.
—Está bien…
Estoy preocupada por todos en la Cafetería Mayo, pero también es
importante que me enfoque en la batalla que tenemos en frente. Ya hemos
derrotado alrededor de treinta vampiros. Escuché que éramos una especie rara,
si ellos pudieron reunir a tantos, la unidad de caza de Shiba-san es una seria
amenaza.
De cualquier modo, en cuanto vi las hiedras de Aoba-san capturando a más
enemigos, cambié mi atención a los vampiros y doblé mi cuerpo para evadir la
magia de fuego que se acercaba a mí. Con mis resistencias no debería hacerme
daño, pero mi uniforme se quemaría.
Blandí mi espada, y corté al vampiro que usaba magia, incluso si había
perdido su voluntad.
—Fuu.
—Arge-san, tiempo sin vernos.
—Ah…
Detrás de donde estaba un vampiro, apareció un rostro de las sombras.
—Uhm… Tú debes ser Habotan-san ¿Cierto?
—Sí, soy Habotan, soldado privado de Akisame-sama, del concejo de Yotsuba
Tras responder mi pregunta, ella repitió su nombre e inclinó su cabeza.
Es alta, lleva un traje de ninja japonés puesto y tiene un cuerno en la cabeza.
Al parecer es de una raza con excelente destreza física, “Oni”.
El hecho de que un soldado privado que sirve a la casa Higure, una de las
cuatro que gobiernan la república, venga aquí, significa que ellos ya han
empezado a moverse.
— ¿El concejo ya está tomando acciones?
—Sí, como era de esperarse, el enemigo ya ha hecho un desastre en la
ciudad. Las cuatro familias están ocupadas lidiando con los problemas en varios
lugares. Soy una conocida tuya, así que vine a informarte.
—Son soldados del Imperio.
—Nuestro señor comparte su opinión. Sin embargo, debemos defender nuestra
ciudad primero, incluso si este conflicto trasciende a una guerra o no.
Akisame se está moviendo rápido. Él parece ser brillante y un poco
travieso, pero definitivamente es alguien astuto.
—Arge-san, y tu compañera ¿Puedo pedirles su ayuda?
—Está bien, tampoco quiero dejar las cosas así como están. Tengo un arma
que es efectiva contra los vampiros, pienso que será de ayuda.
—Tienen mi gratitud… Entonces, seguiré con mi trabajo.
Con una rápida reverencia, Habotan desapareció como si se mezclara en las
sombras de la noche. ¿Fue el poder de una habilidad o pura destreza? En
cualquier caso, ella es bastante buena.
—Mmmm, ninjas y flores de cerezo, es como una película japonesa.
—Quizás ese tipo de cosas hayan sido traídas desde nuestro mundo.
Luego de una pequeña charla, volvimos a lo nuestro.
Las hiedras de Aoba-san son bastante versátiles y me apoyan trayendo a
los enemigos directo a mi katana. En algunos casos, incluso previenen algunos
ataques.
—No dejaré que algo te vuelva a hacer daño.
—En realidad, nunca he sido herida desde que nací en la casa Kuon.
Fue algo inevitable, dado a que ya no era necesaria para la casa Kuon,
dado a que no cumplí con sus expectativas. El lento paso del tiempo en mi mundo
enjaulado fue como un sueño para mí, y entonces morí.
Sin embargo, ahora que he reencarnado en este mundo, estoy molesta desde
el fondo de mi corazón con ellos. Conseguí nuevos amigos y estoy en deuda con
personas de este mundo.
—Es más molesto que desagradable
Ver a las personas que me han ayudado siendo heridas me hace sentir
terrible. Más aparte, el hecho de quienes estén causando esto sean de la casa
Kuon lo hace aún peor.
— ¡No puedo dormir por esto!
Ni siquiera puedo controlar mi corazón, pero hay una sola cosa que tengo
clara. A menos que me encargue de esta frustración, no podré dormir con calma.
—Las cosas problemáticas deben de ser terminadas rápido.
—Sí, pienso igual, detesto las cosas problemáticas.
— ¡Eh!
La molestia que sentía de pronto se convirtió en frío. Olvidé mover mi
cuerpo unos momentos por una sensación desagradable, como si me hubieran
disparado en la espalda. Aquella voz cosquilleo mis oídos y me dio escalofríos,
rápidamente empecé a sudar frío y a tener sed. Mi cuerpo entero me dice que
escape del peligro.
Al igual que yo, ella luce como una hermosa chica, tiene un cabello
dorado y sus ojos rojos indican que es de mi misma raza. Se parece a Iris-san,
pero a diferencia de ella, no desprende una sensación amigable, sino todo lo
contrario.
Apareció repentinamente de una casa, y claramente está fijando su
atención en mí.
—Ahahaha ♪
La risa de la vampiresa dorada pareciera desgarrar la luna, sus blancos
colmillos sobresalían y su mirada descendió a mí.
—Tiempo sin vernos, Argento.
—Elsee-san
—Ara~, me
recuerdas, me hace tan feliz, muy feliz.
Habló como si cantara y lucía verdaderamente contenta. Elsee, la
vampiresa dorada. Como Mutsuki-san, ella forma parte de los tres vampiros más
poderosos.
—Fu~ Fu~ ¿Hoy llevas un traje de maid? Te
ves muy linda con ese vestido ¿Me pregunto si finalmente tienes conciencia de
la hermosa chica que eres?
— ¡!
—Jejejej… Entonces, valdría la pena enseñarte más sobre el placer.
—Ah…
Mi rostro se ruborizó por lo que ella dijo. Recordé lo que me hizo la
primera vez que nos encontramos. Me tumbó en una cama y lamió mi cuerpo,
haciendo que dejara salir una linda voz, chupó mi sangre y mordió mi oreja.
— ¡uu!
Mi cuerpo entero tembló y mis piernas no reaccionaron. Sé que debería
huir inmediatamente, pero mi cuerpo actúa como si recordase lo que ella me
hizo.
—Aha… que linda expresión, parece que me ha llegado a gustar mucho. Bueno
¿Nos hacemos una esta noche?
—Ah…
Cuando me di cuenta, su figura se transformó en una sombra y apareció
frente a mí en un instante. Mis pies no se movieron como quise y me encontré
rápidamente acorralada contra la pared.
Elsee bajó su mano y tocó mi falda. Pensé que la destrozaría para
quitármela como antes, pero en lugar de eso, solo acarició mi piel bajo el
uniforme.
—Hi~u
—Fu~fu~, buena reacción. Entonces ¿Hoy si
llevas bragas? En ese caso, será divertido quitártelas.
— ¡No! Detente…
Sé que será malo si dejo que sus dedos se deslicen por mi cuerpo como a
ella le plazca, pero no puedo moverme. En cuanto me vio, mi cuerpo se paralizó
y mi voluntad se fue.
—Esta vez serás mía Argento…
— ¡Quita tus manos de mí…!
La voz de Aoba-san me devolvió la cordura. Fui envuelta por sus hiedras y
alada a su lado.
— ¡¿Estás bien Arge?!
—Sí… muchas gracias Aoba-san.
—… A tus amigos les encanta interrumpir a las personas.
Por su voz, no suena molesta, sino que pareciera estar disfrutando la
situación. A lo mejor, para Elsee-san, simplemente ahora hay más cosas lindas.
Es ese tipo de persona, y nunca oculta sus deseos.
— ¿Por qué estás aquí?
—Ara~ por
supuesto, dado a que ya estuviste aquí una vez ¿No es normal que monitoreé este
lugar?
— ¡!
Así que era eso, ella me atrapó una vez. Pude escaparme pero eso no
significa que se haya rendido. Siendo ese el caso, seguramente habrá vigilado
los lugares donde estuve.
—En realidad, necesitaba más tiempo, pensaba arreglarme para ti, pero de
algún modo la capital parece estar en problemas, por lo que decidí apresurar
las cosas.
Como pensé, Elsee-san no tiene nada que ver con el Imperio, sino que está
aquí por su propia voluntad. Su aparición no es nada más que el peor escenario
y, además, ella me tiene como su objetivo.
—Jujujjujuj.
Elsee dejó salir una risilla mientras me miraba con sus ojos exaltados,
diferentes a la frialdad de los míos. Al mismo tiempo su poder mágico
comenzó a desbordarse, mostrando lo
motivada que estaba.
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