Capítulo 182: Portadora del desastre
— ¿Ara?
No solo nosotras reaccionamos al
poder mágico de Elsee. Probablemente debido al poder que emitía, los vampiros
sin voluntad la reconocieron como una amenaza mayor que nosotras y se
abalanzaron hacía ella.
—“Cuchilla maldita”
Sin necesidad de recitar, Elsee-san
activó su magia. Incontables espadas, similares a unas espinas, surgieron de la
tierra. Estas atravesaron con precisión a numerosos vampiros. Seguramente sean
cuchillas mágicas con alguna poderosa maldición. Los vampiros que no pudieron
convertirse en niebla fueron atravesados.
—Los hombres son desagradables.
—Elsee-san chasqueó sus dedos
molesta.
Demasiado líquido fue derramando y este
pintó la luna de rojo, era la sangre de vampiros hombres.
—En cuanto a las chicas, estoy un
poco ocupada ahora. Quizás chupe su sangre luego. Inmovilizar “Atadura de
sombras”
Su voz resonó y las vampiresas
restantes dejaron de moverse. Incluso en momentos como este, ella no ha
cambiado en lo absoluto, realmente es leal a sus deseos. Lo suficientemente
poderosa como para ser considerada un desastre andante, egoísta y sin
consideración con los demás.
Su risa atravesó el cielo nocturno.
Ella es nuestra mayor amenaza ahora, y tiene la capacidad de pulverizar a sus
adversarios en un instante.
—Aoba-san… escapemos y dejemos
Sakura-nomiya. Su objetivo soy yo.
—Entiendo…
Aoba-san asintió, de algún modo
debe entender lo peligrosa que es ella. No solo tiene un inconmensurable poder,
sino que también tiene la habilidad de almacenar criaturas vivas, lo que le
permite invocar monstruos en cualquier momento. Aunque debe tener un límite,
ciertamente tiene la capacidad de traer todo un ejército, como ya una vez hizo.
Sin embargo, el objetivo de Elsee
es claro. Dijo que, antes que nada, me haría su esposa y no se ha rendido.
Entonces, si podemos salir de Sakura nomiya, me perseguirá y nadie más se verá
involucrado. Por otra parte, no puedo ir con todo contra ella sin preocuparme
por los alrededores.
—Entonces, esta vez, hasta que
dejemos de respirar ¿JU GA MOS?
— ¡No!
Confiando en mi agilidad, empecé a
correr mientras cargaba a Aoba-san como a princesa. No puedo acelerar a mi
velocidad habitual por todos los escombros en el camino debido a edificios
destruidos, además de que estoy cargando a alguien y mi equilibrio es malo
debido a la diferencia entre nuestros pesos. De cualquier forma, tengo que
dejar este lugar.
—… Buena reacción. Vamos
Bandersnatch.
Sentí que algo se movía detrás de
nosotras, quizás ella invocó a una de sus bestias y montó sobre esta. Puedo
percibir, por su aroma, que lo que nos está persiguiendo en rápido y está
acortando distancia gradualmente.
El nombre de Bandersnatch me es
algo familiar, debe ser ese monstruo que parecía un perro con dos cabezas.
—Florece a mi voluntad, flor
mágica.
Aoba-san lanzó incontables semillas
de flores a nuestros oponentes. No volteé a ver debido a que no tengo el tiempo
como para preocuparme por lo que pasa a mis espaldas, pero parece ser que ella
está intentando frenarla.
—Es una feroz planta carnívora. Si
me preguntas cuán efectiva fue… por lo que veo, no mucho.
— ¡Debemos apresurarnos!
Aunque no fue muy efectivo, es
suficiente por ahora.
—¡A HA HA HA! ¡Perseguirte es
divertido Argento! ¡“Curse Maker” “Will O
Wisp”!
Por cómo se ríe parece estar
divirtiéndose realmente. Seguido a sus siniestras palabras, por el sonido de
algo rompiendo el viento, claramente lanzó algo hacia nosotras.
— ¡Arge-san! ¡Vienen por la
derecha!
— ¡Uu!
Siguiendo las instrucciones de Aoba
pude evadirla, se trataba de una maldición parecía a un pájaro. El pájaro
maldito dio la vuelta como si tuviera voluntad. Aparentemente, parece ser un
tipo de magia que persigue a su objetivo.
— ¿Nos perseguirá hasta que nos
golpeé?
— ¡Ah, Geez, que problemático!
No tendrá me hará mucho gracias a
mi resistencia a las maldiciones, pero seguramente me frenará y entonces
seremos atrapadas. Fácilmente podría destrozar la maldición con mi katana, pero
no puedo hacerlo ya que estoy cargando a Aoba.
—Aoba-san ¿Puedes hacer algo?
—Sí ¡supongo que basta con hacer
que golpeé algo!
Aoba-san extendió una hiedra de sus
brazos para lidiar con esta.
— ¡Ehh!
Pensé que ella iba a golpear la
maldición con sus hiedras, pero no fue así, en su lugar atrapó a una de las
vampiresas caídas y la usó como escudo, y esta sacudió su cuerpo sin siquiera
gritar.
—Estuvo bien, supongo.
— ¿Eso está bien? Lo que hiciste
es… un poco.
—Está bien, de cualquier forma ya
están muertos.
Los he estado cortando hasta ahora,
pero me pregunto si esto no es demasiado. Dicho eso, sin duda no tenemos muchas
opciones, ese ataque definitivamente nos frenará.
—Arge-san ¿Sabes cómo cruzaremos la
muralla de Sakura-nomiya?
—Nos forzaré a volar con mi magia
de viento.
—Arge-san… confías mucho en tus
habilidades.
Aoba-san solo cerró sus ojos, como
si hiciera un Tsukkomi. Bueno, no puedo pensar en otra cosa.
—No seas muy brusca, hagámoslo.
Aunque dijo eso, ella extendió una
de sus hiedras para ayudarme. Esta creció frente a mí como si fuera una
escalera, la cual iba directo a la cima de la muralla.
— Que convenientes son tus hiedras.
—En realidad, tengo que usar
demasiados nutrientes, me gustaría reponerlos luego.
— ¡Te daré muchos pasteles cuando
terminemos!
Aceleré tras responderle y me
apresuré para salir de Sakura-nomiya. Sigo sin tener ningún plan luego de que
salgamos, pero es mejor que pelear dentro de la ciudad.
—Aun así, esa vampiresa de cabello
rubio, parece tener un inusual poder mágico.
—Ella podrá ser un poco extraña,
pero el problema es que me ha estado acosando.
— ¡Dices cosas horribles de mí!
— ¿?
— ¿Quieres que sea más romántica y
diga cosas sobre el amor o así?
Quien interrumpió nuestra conversación
no fue otra persona sino de quien creíamos haber logrado escapar. La vampiresa
con cabello dorado reía sobre su gigante perro de dos cabezas.
— ¡¿Cómo?!
—No deberías quitarme los ojos de
encima ¿Sabes? Hay muchas formas de acortar distancia, como… al moverse entre
las sombras.
Mientras se explicaba con una
sonrisa, corrió en paralelo nuestro. Debería ser más rápida originalmente, pero
en esta situación. Bandersnatch nos atrapó por los lados.
—¡Tch!
—Sí, eres lenta. Bandersnatch,
aplástalas
—¡¡Wa~u~u~ff!
Antes de que Aoba-san pudiera hacer
algo para interceptarlo, las patas delanteras de Bandersnatch destrozaron las
escaleras de hiedras. El punto de apoyo sobre el que estaba desapareció y
caímos. La sensación de flotar cambió a la de caer en un instante, la gravedad
nos atraía al suelo.
— ¡Aoba-san!
— ¡Hiedras!
— ¡No hace falta!
Mientras intentaba hablar en medio
del aire, oí una familiar voz. El aroma de alguien que conozco bien, el cual
era ligeramente fragante aún durante esta batalla. Dos chicas saltaron y nos
atraparon en sus brazos.
— ¡Kuzuha-chan!
— ¡Esta vez pude llegar a tiempo!
Una alegre voz iluminó la oscuridad
de la noche.
Hola, al fin me puse al día con la novela, gracias por la excelente traducción
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