Capítulo 224: Desorientada.
—Mm… ¡Ahh!
Un chillido por
parte de Chrome-chan resonó en el bosque donde solo estábamos nosotras.
—Uh… Si te dejé
hacerlo pero… ¡Nyaa…! tampoco debiste empezar tan de repente.
En cuanto ella me dejó
chuparle la sangre me abalancé sin pensarlo.
Ahh… delicioso… que
rico.
Su sangre es mucha más dulce de lo que recuerdo. Seguramente eso se deba a que la magia de Chrome-chan se ha hecho más fuerte.
—Hmmm, puah
—Gg… ha… aaa…
—Mmmm… Chrome… mmm
chu…
Pude sentir la
calidez de su sangre recorrer desde mi garganta hasta mi vientre, lo que hizo
estremecer todo mi cuerpo.
—Mmm, delicioso.
— ¡Ngg!
Chrome-chan deja
salir algunos quejidos de dolor, pero no deja de aferrarse a mí. Imagino que
eso significa que puedo seguir, por lo que enterré con más fuerza mis colmillos
y dejé salir un gemido mientras le chupaba la sangre. Antes de darme cuanta las
dos empezamos a acurrucarnos
—a…
—Oh, lo siento
Chrome-chan.
En cuanto empecé a
sentirme satisfecha me di cuenta del estado de Chrome-chan.
—Dolor dolor vete
lejos.
Usé mi magia de
recuperación para sanar la herida que dejé en su cuello y ayudarla a recuperar
la sangre que acaba de perder.
— ¿Estás bien
Chrome-chan?
—Sí…
—Estoy bien, no se
sintió mal.
— ¿No se sintió mal?
— ¿Ah? ¡Olvida lo
que dije tonta!
— ¡Ouch!
Me acaba de pegar,
ahora que lo recuerdo ¿Antes dijo que haría algo así no?
La miré al rostro.
Ella solo estaba frotándose la sien, sonrojada, pero no había signos de
molestia en su rostro. Sus ojos color ámbar mostraban calidez y asombro.
—Tienes una buena
amiga en la que apoyarte, deberías confiar más en ella.
—Te refieres a…
¿Kuzuha-chan?
—Sí, estoy segura de
que si le pides su sangre te dejaría hacerlo sin problemas.
— ¿Estabas
preocupada por mí?
— ¡Hmp!
Al parecer notó que
me abstenía de chupar sangre.
Chrome-chan dejó
salir un suspiró y se alejó. Fue entonces cuando percibí un agudo sonido.
—Me parece que
Chrome-chan vino por aquí
—Waa…
Un ángel negro
aterrizó cerca de donde estábamos, rompiendo las ramas de los árboles.
— ¿Eh? ¿Ginka?
— ¡Y también Shion!
—Chrome, te he
estado buscando.
— ¿Huh? ¿Y eso?
—Te fuiste
repentinamente, obviamente voy preocuparme.
Ginka-san lo dijo
como si fuera lo más normal del mundo, para sorpresa de Chrome-chan.
—Bueno, veo que estás
bien. Voy de regreso, los demás también están preocupados por ti.
— ¿Los demás?
—Por supuesto, eres
nuestra compañera Chrome.
—Compañera ¿Eh?
Chrome-chan dejó
salir un murmullo.
— ¿Qué pasó
Chrome-chan?
—No, nada. Vámonos
Argento.
Ella me extendió la mano,
que era fría al tacto pero no desagradable.
—Jamás imaginé que
tendría un lugar al que volver…
— ¿Dijiste algo
Chrome?
—Nada nada. Vamos a
casa, a cenar.
Ginka-san asintió.
Se veía curiosa por lo que había dicho Chrome-chan, pero no indagó más en el asunto.
—Bueno, si ya
arreglaron los problemas que tenían sería bueno que hablemos de lo que vendrá a
partir de ahora.
—¿?
—Oh, me refiero al
asalto a la capital del Imperio.
Voy a ser sincero con ustedes, no tengo ni la menor idea de lo que significa el título
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