viernes, 13 de marzo de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 157


Capítulo 157: La idea de último minuto

El comando de Samaka-san fue preciso y la mayoría de los piratas ya han sido capturados. Sinceramente, me sorprende su artefacto mágico, pero lo que sigue sorprendiéndome más de él  es su capacidad y competencia.

—Fue un trabajo duro, ahora debemos hacer los procesos de post guerra. Primero que nada, como prioridad, denles indemnizaciones a las personas que perdieron sus casas. Empecemos por remover los escombros mientras anotamos las áreas que necesitan ser reparadas. En cuanto a los piratas, decidiremos sus castigos uno por uno luego, enciérrenlos a todos en las prisiones.


—Samaka-sama~ ¿Podríamos dejarle los heridos a Arge-sama?

— ¿Te lo puedo pedir Argento?

—Lo haré, pero no puedo curar a los muertos, así que denle prioridad a aquellos que estén a punto de morir.

Es algo que hice desde el principio, es incómodo, pero ya he hecho mucho aquí, sería extraño si me detuviera a medio camino.

—Ah, ya veo… es cierto, has sido de mucha ayuda… no, bueno ¿Tiene sentido llorar sobre la leche derramada ahora?

— ¡…! ¿Qué pasó?

Por algún motivo Samaka-san lucía nervioso, había incongruencia en su reacción.

—No… ¿Cómo decirlo? Bueno… es difícil…

—Samaka ¿Ya has terminado?

Un instante.

El aire cambió tan pronto como escuché la voz que dijo eso. Una voz digna que detuvo incluso el sonido de las conversaciones en los alrededores durante la reconstrucción.

Volteé a mirar hacia donde estaba el propietario de esa voz. Él tenía un cabello dorado, el cual brillaba con el sol y era sacudido por la brisa del mar, tan hermoso como una corona. Sus pálidos ojos son gentiles, pero parecían absorberte si te mantenías viéndolos.

Aunque, en su totalidad, él luce como alguien relajado, por lo que lleva puesto, la calidad de sus prendas, no es una persona ordinaria.

— ¡Su majestad!

Más que nada, Samaka-san se arrodilló instantáneamente y habló con respeto para mostrar quién era esa persona.

Oh, creo que lo mencionó antes; cierto, Samaka-san dijo “En la presencia de nuestro rey”. Pensé que intentaba decir que esta ciudad portuaria es territorio de su rey para así aumentar la moral; al parecer, el rey realmente estaba viniendo.

Entonces, la persona que se hacía llamar el rey nos miró incómodo.

—… ¿Tú eres el ángel de la briza del mar?

—Aunque no me gusta ese nombre…

— ¿La genio chica mágica Vampy?

—Y ese otro es algo que permitiría aún menos.

Me pregunto qué está diciendo esta persona con esa apariencia seria, tal vez sea natural en él. Mientras pensaba en eso, él ladeo su cabeza.

— ¿Me equivoqué?

—Ah, uhm…

Estoy en problemas, es un poco difícil seguirle el ritmo. Bueno, es suficiente con olvidar esos extraños apodos. Por la charla, parece ser que él sabe qué tipo de persona soy. Llegué a estar antes en Arlesha usando mi magia de recuperación y acabo de usarla ahora.

Como Samaka-sama llegó a decirme, mi magia de recuperación es demandada. Entonces, si el rey piensa igual vendrá directamente por mí, aunque no parece impaciente por eso.

—Está bien… Lo que importa es el poder que acabas de usar justo ahora.

Sin embargo, eso no significa que me dejará en paz así como así; él desprende una presión única, quizás sea su personalidad o simplemente algo innato. No conozco la situación y sus ojos obviamente apuntan a mí, no puedo dejar este lugar silenciosamente o huir.

Samaka-san ni siquiera dice algo, no puedo esperar que me ayude con un barco, él incluso tiene un puesto que cuidar y no puede hacer algo descuidado en un lugar como este.

— ¿De dónde vienes? ¿Qué propósitos te traen aquí? Ese poder puede ser, por sí solo, producto de una diosa o un demonio dependiendo de cómo lo manejes.

—Uhm…

Mientras pensaba en lo que acaba de pasar se me ocurrió algo. Mi bolsa de sangre tiene el efecto de almacenar las cosas, bastante bien, al disolver su existencia misma dentro de la sangre que fluye por mi cuerpo.

Desde esa habilidad de almacenamiento saqué una carta y la extendí. Solo tengo que decir una cosa, por lo que tomé un pequeño respiro.

—Soy una embajadora de buena voluntad.

— ¿…?

—Soy una embajadora de buena voluntad que ha traído una carta de la reina Kutira, quien gobierna la ciudad bajo el mar R´lyeh.

No miento en lo que acabo de decir.

Alcé la carta que Kutira me dio sobre mí. Decidí llamarme a mí misma como una embajadora de buena voluntad, podrá ser chistoso, pero es mucho mejor que ser detenida.

—Desde que el puerto de Arlesha está frente al océano, pensé que, como ciudad civil, debería traer está carta aquí primero, entonces vine.


 —Ya veo…

Los ojos del rey eran serios y parecían ver a través de mí. Eventualmente, asintió y dijo.

—Esta es la primera vez que escucho tal nombre, pero no veo ninguna mentira, tomaré la carta y te mostraré hospitalidad. Mi nombre es Subaru, Subaru Pleiades… Soy el rey del Reino Pleiades.



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