lunes, 8 de junio de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 172


Capítulo 172: Presentado a la familia

—Fu~fu~ fu~ parece ser que tuviste un viaje interesante.

—Bueno, sí, no fue aburrido.

—Bien, eso es bueno, lo importante es no aburrirse ¿Por la eternidad?

Una vampiresa de cabello dorado reía felizmente mientras escuchaba sobre mi viaje. Ella tiene la apariencia de una chica joven y su nombre es Iris-san, encargada de los bocadillos en la cafetería y, comparada conmigo, cientos de años mayor.

Es una vampiresa normal, así que solo puede moverse libremente durante la noche y duerme en un ataúd durante el día o trabaja en una zona aislada, la cocina, que está diseñada para que no le entre la luz del sol.

En estos momentos es de noche y las empleadas pueden relajarse. Luego de la cena, Iris-san vino a mi cuarto diciendo que quería oír sobre mi viaje, mientras se inclinaba alegremente hacia donde estaba.

—Umm… Arge ¿Bebes?

—Oh, preferiría abstenerme.

Satsuki-san me dijo que la mayoría de los vampiros no son buenos con el alcohol, solo alguien como Iris-san podría beberlo normalmente. Nunca lo he probado, pero temo que al emborracharme cause problemas a los demás por lo que me negué.

—Fu~n, ya veo, bueno, está bien, después de todo los vampiros no son buenos con la bebida.

—Lo siento.

—Está bien, si se trata de alguien que me acompañe al tomar, tengo a Shino, pero ella no ha estado aquí por un tiempo.

—Shino-san, tu barista.

—Ella está a cargo del café, salió a buscar granos de calidad y no ha regresado desde entonces. No hay tanto problema dado que podemos servir bebidas básicas.

Iris-san volvió a reír mientras miraba su copa, la cual ya había vaciado. En cuanto noté eso, pensé que debería, al menos, servirle licor, mismo que cosquilleo mi nariz con su aroma.

—Fu~ fu~ gracias. También me gustaría tener a una chica bonita como mi compañera, sería lindo.

— ¿Te gustan las…?

—Para nosotros los vampiros el género no nos interesa, tenemos un cuerpo físico hecho de magia desde el principio. Lo que nos importa son los corazones y la magia, por eso a muchos de nosotros nos da igual lo demás.

—Si tú lo dices…

Recordé a otra vampiresa de cabello dorado a la cual conocí en el pueblo de Renshia, su nombre era Elsee y, al igual que Mutsuki-san, es conocida como uno de los vampiros más fuertes de este mundo. Cuando nos conocimos me propuso matrimonio, aunque en realidad quería forzarme a aceptar, diciendo que el género no importaba.

—Soy compañera de Satsuki en muchos sentidos también.

—Incluso yo puedo notarlo.

—Yup. Este lugar… la cafetería mayo, Satsuki-san lo hizo por mí con la esperanza de que pudiera disfrutar ver los días pasar, días con nada más que una dulce cotidianeidad.

—Eso es…

—Sí, ha sido una vida larga. Me sentía como si fuese a ser dejada de lado con todos creciendo y desapareciendo bellamente. Sí, es cierto, Satsuki-san hizo este lugar para que así pudiera aceptarlo de poco en poco.

Iris-san seguía hablando felizmente mientras empezaba a cerrar sus ojos y sus mejillas se sonrojaron, probablemente no por el alcohol. Llevamos un buen tiempo inmersas en nuestra charla. Cuando ella abrió sus ojos rojos, como los míos, me miró.

—Por eso pienso que deberías de hablar con tu amiga un poco más.

— ¿Eh?

Me sorprendieron un poco sus palabras, volviéndose a reír, ella se explicó.

—No sé si pretendas ser dulce o no, pero puedo darme cuenta de que te estás conteniendo. Debes pensar que es molesto que alguien se rinda, por lo que estás buscando a alguien que sea eternamente amable contigo.

— ¿Qué?… ¿Qué hay con eso?

Quiero encontrar a alguien dispuesto a darme tres comidas al día y dejarme dormir cuando quiera. No miento cuando digo que esa es mi razón para viajar, pero también es malo estar en deuda con alguien más. Tengo una vaga compresión de que ambos sentimientos son contradictorios, pero esas son mis verdaderas intenciones.

—Yup, Kuzuha, Felnote, Zeno y esa chica Aoba, pienso que todos definitivamente te quieren mucho. Por eso, incluso si tú no puedes encargarte de todo, está bien pedirles un poco más.

—……

—Oh, creo que estoy hablando como una abuela ahora, así que no necesitas ponerme mucha atención, de cualquier modo son cosas de borracho.

—No, muchas gracias.

Es cierto que ella está borracha, y no es un error el que sea mayor que yo. Sin embargo, sé que habla en serio por la forma en que me mira. Incluso si suena como algo molesto, es lo que quería decir.

Seguramente es un consejo, un sermón y un poco de su propia historia. Debería escucharla y recordar lo que me dice, no pierdo nada, o así lo veo.

—Bueno, entonces, para mi pobre y linda jovencita, te diré otra cosa.

— ¿Eh…?

—Aunque rechazaste el alcohol, es difícil negarse a esto ¿Verdad?

Iris-san sonrió con picardía y acercó su rostro al mío, haciendo que me llegara el aroma del licor. Sus suaves dedos acariciaron mis mejillas y tocaron mis labios.

—Sangre, de todas las cosas, no la has tomado recientemente ¿O me equivoco?

—Ah…

Como ella dijo, no he tomado sangre desde que estuve en el continente demoniaco. La sangre de Richelle era rica en magia, por lo que mi impulso por sangre aún no ha salido, pero hubo unas cuantas ocasiones en las que el cuello de Aoba-san me pareció delicioso. Para llegar a ese punto, podría decirse que empiezo a estar sedienta. Pensé que nadie lo había notado, pero como Iris-san es una vampiresa pudo hacerlo.

—Somos vampiros, cuando tomamos sangre de los demás estabilizamos nuestra propia existencia… de forma que así prevenimos que nuestra magia se salga de control. No tiene que ser necesariamente sangre y no importa si es dulce o no, lo que importa es que si no tenemos la magia de alguien más en nuestro cuerpo moriremos; nuestra existencia en sí depende de los otros.

—Lo aprendí hace tiempo, no se trata simplemente de sed.

—Sí, pero te mantienes callada sin confiar en los demás algo tan importante como tu propia vida, al punto en que estás restringiéndote demasiado.

Riéndose como si recordara algo, Iris-san me acarició. El dulce aroma del licor y el suyo, incluso si no bebí, con solo tenerlo cerca me está emborrachando.

—Hmmm, hey, ven conmigo.

—Que vaya contigo… dices.

— ¿No te es difícil confiar en esa chica? En ese caso, como tu amiga y alguien mayor que tú puedo ayudarte.

—No es que sea difícil confiar en ella, es solo que… como la conozco desde hace mucho… es un poco vergonzoso.

Nos conocemos desde que éramos humanos, es por eso que pedirle sangre a Aoba-san es un poco extraño, aunque ella no se rehusaría. De hecho, desde que empezamos a viajar, ella misma lo sugirió y me lo preguntó varias veces, pero le dije que no me hacía falta.

Lo resisto hasta el último momento y solo acepto cuando la otra persona se ofrece, no sé si eso sea tímido o no.

—Hmmm… está bien, haré algo al respecto. Hey, ¿No está bien?

Cuando dijo “¿No está bien?” Ella me abrazó y se volvió difícil contenerme.

—Ah~… ah.

Puse mis colmillos en su suave cuello, e Iris-san lo aceptó sin resistirse. Estoy segura de que ella se ha acostumbrado a hacer esto con Satsuki, incluso podrían hacerlo como algo del día a día.

—U,… ah ahm que gentil… Oye ¿No es está tu segunda vez? Está bien, así que no te contengas.

Tal y como dijo, esta es la segunda vez que bebo su sangre. En aquella ocasión lo hizo por sorpresa, pero ahora es diferente, ambas estuvimos de acuerdo en hacerlo.

Caliente…

Su sangre es cálida y espesa, como una bola de calor. La lamí de forma que se derretía lentamente y pasó por mi garganta mientras la saboreaba.

Sonidos desagradables hacían eco en la habitación, pero no me importaba, me dejé llevar por la dulzura de su sangre y me olvidé de todo.

—Ah~fu~n… delicioso.

—Ah, sí… sí, está bien ser honesta… um…bien… eres una chica buena.

Iris-san parece tener mucho espacio para moverse, como esperaba, parece estar acostumbrada a que tomen su sangre.

Estoy poniendo mis colmillos en una chica que luce igual que yo, normalmente pensaría que es un poco vergonzoso, pero ahora tan solo lo hago.

—Umm, chi-yu~… ji~yururu~…Pua… Iris-san.

—Está bien, está bien. Necesitarás un poco más… seré paciente… hasta que estés satisfecha…

La sensación de sus dedos acariciando mi cabello era agradable, me aferré a ella necesitando más sangre. Mi estómago se llenó de un caliente fluido, y una dulce sensación se extendió por todo mi cuerpo.

—Puhaa…

Tras escapar de su calidez y dejarla ir, un frío aire pasó por mi pecho; mi cuerpo estaba sudado.

—Ah… umh~… dolor dolor, vete lejos…

No tengo mi mente en orden, pero aún puedo decir las palabras mágicas, cuyo efecto cierra la herida de mi mordida en el cuello de Iris-san.

—No tenías que molestarte, también me gusta el dolor.

—Pero me preocupaba…

—Um… ya veo. Fu~fu~, Arge, pareces tener sueño. Sería bueno poder dormir como tú.


Confié mi cuerpo a Iris-san, que lucía contenta, y cerré mis ojos. De momento no seré molestada por mi impulso de beber sangre. Mi mente cayó lentamente en un sueño mientras pensaba vagamente en lo que me dijo, que mis amigos también lo aceptarían.


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