jueves, 5 de noviembre de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 211

Capítulo 211: Los problemas de cada uno. 

—Es realmente genial poder comer un pastel de Satsuki-san en estos momentos. 

—Creo que ella me los dio sabiendo que esto pasaría. 

Ginka-san, Shion-san y yo estamos juntas. Luego de que me invitaran a tomar té por la tarde, decidí usar el pastel que me dio Satsuki y tenía guardado en mi bolsa de sangre.

—Hmm… ¡Esto es delicioso! ¿¡Qué es!?

—Shion, es un pastel. Un postre que una de mis conocidas prepara… algún día te llevaré ahí.

—Ehehe, cuando todo esto termine ¡estaré esperándolo!

Lo que Shion-san comía felizmente era un pastel de chocolate. Lo probé una vez, bastante suave y dulce.

Como imaginé… ella no conoce mucho. Siendo un espíritu artificial hecho con el propósito de ser un arma, casi todo lo que experimenta debe ser su primera vez; esa es Shion-san.

—Siendo honesta… ustedes han sido de mucha ayuda.

—Ha… gracias.

Ginka-san mostró su gratitud y me sentí un poco avergonzada. Siento que es un poco difícil tratar con esta elfa de cabello plateado. Bueno… entiendo lo que quiere decir…

Trabajaremos juntas para derribar la capital del Imperio en un solo ataque. Antes de que llegue el momento decisivo hemos estado preparándonos. Por supuesto, también hemos tenido que controlar nuestra fuerza y movernos con discreción para no ser descubiertas.

Los rebeldes irán al frente, y Ginka-san será la carta de triunfo. Ya que es posible dejar la parte más problemática a otros, realmente les doy la bienvenida. Aunque siento que de mi parte no he hecho mucho, así que decidí ayudar un poco.

—Nunca pensé que podría ver una gran magia de recuperación.

—Puedo sanar a cualquiera siempre y cuando no haya muerto. Si todos pudiéramos volver a casa sería genial.

—Algunos de ellos ya están preparados para morir por la causa. Arge-chan, gracias por ayudarme ahí.

—Parece ser que así es…

Al principio me sorprendí cuando me llevaron al lugar donde tenían a los heridos. Había gente maldecida, herida, enferma, etc. Era terrible, y no parecían capaces de curarse como era debido. Tras reunir a cada uno de ellos, los sané al mismo tiempo; todos se sorprendieron.

—Y ahora, todos te consideran un ángel en el campo de batalla.

—Aunque no me gusta mucho…

Samaka-san una vez me dijo que podría convertirme en una “herramienta de guerra”. Incluso si rechacé al rey, vine y lo hice por mí misma. De cualquier forma, simplemente no podía ignorarlos, no puedo soportar los rostros de las personas retorciéndose de dolor, y como sé que puedo hacer algo.

—Además, creo que las demás son de más ayuda.

Aoba-san está ayudando al crear comida con su habilidad. Produce frutas y vegetales los cuales distribuye a personas sin hogar debido a la guerra, y de algún modo satisface su hambre. En consecuencia, más personas se han unido a la rebelión, así que no es del todo caridad. También ha hecho crecer hierbas medicinales y venenosas. Es de ayuda en muchos sentidos.

A Felnote-san y Richelle-san les piden muchos consejos. Entre los rebeldes hay quienes pueden hablar el antiguo lenguaje espiritual, y no parecen tener muchos problemas al comunicarse con Richelle-san. Felnote-san es más bien una celebridad, y hay muchos que quieren mejorar su técnica con la espada.

En cuanto a Kuzuha-chan, ella está usando su habilidad al máximo para cazar y cargar cosas.

—Yo solo soy buena para dormir.

A diferencia mía, que lo único que quiero hacer es dormir después de hacer algo. Todas están tratando de ayudar lo mejor que pueden, si me comparo con ellas soy insignificante.

—No es así.

—Eso no es verdad.

Las dos negaron mis palabras y terminé confundida. Viendo como mi expresión cambió por la sorpresa, las dos sonrieron suavemente.

—No tienes que comparte con nadie, tú eres tú, y ya has ayudado mucho. Por encima de todo, dices que siempre estás durmiendo, pero si algo sucede, siempre te levantas.

—Eso es solo­… no puedo dormir si hay mucho ruido.

—Además, siempre estás preocupada por los demás. Eres una chica muy amable Arge-chan.

—Uhm… ¿Es así?  No estoy segura

Recuerdo que Ryuko-chan cuidaba de mí cuando solía vivir en la Tierra. Sus personalidades son completamente diferentes, pero ella y estás dos siempre me dan una respuesta positiva sin importar cuanto lo niegue.

Satsuki-san y Kuzuha-chan son iguales. Todos me dicen que soy una buena persona y que me necesitan. No pensé en eso antes, pero ahora recibir cumplidos como estos es vergonzoso. Como si quisiera huir, dije.

—Hablan de alguien más con tanta confianza.

—Es porque creemos en ti, sin importar la percepción que tengas de ti misma, te sigo viendo como una buena persona. Por eso… muchas gracias Arge.

—Sí, gracias Arge-chan, Realmente he podido conocer personas con buenas tonalidades de alma.

—Mm… gra… gracias.

Tengo problemas para responder, pero Ginka-san solo siguió hablando mientras miraba su taza.

—Yo soy igual.

— ¿Eh?

—Sin importar cuantas palabras bonitas diga para justificarme a mí misma, todas mis habilidades son para matar. La casa Miyama es de un antiguo linaje samurai en la República, algunos de mi clan sirven en el concejo de Yotsuba.

Pensé que ella podría ser de la República, un lugar con muchas similitudes a la tierra, porque su nombre sonaba un poco japonés; parece que estaba en lo correcto. Ginka-san siguió hablando mientras comía su pastel de queso.

—No me arrepiento de haber aprendido esto, pero solo puedo verlo como formas de matar. Por eso es que me rehusé a usar este poder… hasta que conocí a Shion.

—Yo también, no sabía cómo vivir. Nací como un arma pero no quería matar a nadie… aunque mi padre me dijo que ese era mi propósito.

—Todas me llamaron como una espada o asesina, y solo Shion me llamó su príncipe.

—Todos me llamaron un arma, pero Ginka-san me llamó su princesa.

—Ah…

No soy la única que se odia a sí misma. Ellas me miraron y asintieron.

—No importa si no puedo definirme por mí misma.

—Sin embargo, ella me dijo que mi existencia era salvación incluso si no podía darme cuenta… creo que algún día tú también podrás darte cuenta.

—Después de todo, mi habilidad es una forma de ponerle fin, el poder de detener al Imperio. Si no hacemos que el Imperio esté tranquilo, Shion no podrá estar a gusto.

Riendo egoístamente, Ginka-san cortó un trozo de su pastel y lo puso en el plato de Shion-san. Shion-san también cortó un trozo de su pastel y lo puso en el plato de Ginka-san.

—Cuando estamos enfermas o sanas.

—Dolor o disfrute.

—Compartiendo todo de esta forma, es que estamos vivas.

—Por eso desde ese día decidimos que haríamos todo juntas.

—Ya veo…

De algún modo pude sentir la profunda conexión entre ellas dos. Atraídas la una a la otra, sostuvieron sus manos. Me han confiado muchas cosas íntimas que no podrían decirle a cualquiera, quizás decidieron darle algún uso a eso.

Por lo que entendí, Shion-san y Ginka-san deben sentirse perturbadas por su poder.  Pero no les importa si está bien o mal, solo lo hacen por el bien de la otra.

—Arge-chan, tú también, si no puedes reconocer tu propio valor, deberías creer en cualquiera que te lo haga saber.

—Me dijeron algo similar.

Iris, una empleada de la cafetería mayo, una vampiresa mayor que yo me dijo algo similar. No creí poder responder con orgullo su consejo de poder confiar en los otros. Sin embargo, cuando veo a Ginka-san y Shion-san, siento que puedo entender el significado de confiar en alguien.


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