jueves, 5 de noviembre de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 212

Capítulo 212: My friend

—Arge-san! ¡Atrapé muchos pájaros hoy! ¡Comamos juntas!

—Muchas gracias Kuzuha-chan.

Las brochetas estaban calientes, señal de que habían sido preparadas recientemente. Atraída por el olor de la salsa, la tomé en mis manos y probé. Su dulzura y picor combinaba bien con el sabor del ave.

Seguramente es una receta de Kuzuha-chan, tomando en cuenta como fue cocinada. Carne exquisita que desborda en su jugo y que ya he probado muchas veces. Ella debe ser buena en la cocina ¿No? Probablemente su madre le enseñó, pero Kuzuha-chan es asombrosa. Me podría casar con ella en cualquier momento si me lo pidiera.

—La salsa es deliciosa.

—Ehehe, me la enseñó Iris-san.

—Es así… muchas gracias.

—No es nada… mmm ¿Me puedo sentar contigo?

—Claro.

No hay razón para rechazar estar con una amiga. Kuzuha-chan colocó un plato con una montaña de pollo frente a mí y se sentó.

—No puedo aguantar el hambre cuando termino de trabajar. *Ñom, ñom* estoy haciendo un buen trabajo.

—Muchas gracias Kuzuha-chan.

—No es nada, Aoba-san también consigue frutas y verduras, aunque creo que la carne también es importante.

Kuzuha-chan sacudió su cabeza con una despreocupada sonrisa mientras comía. Incluso si se trata de un ejército menor al del imperio, la rebelión sigue siendo un grupo grande. Alguien como Richelle-san comería bastante, pero Kuzuha-chan, que puede hacer copias de sí misma y cazar ha sido de mucha ayuda.

—Ya me he acostumbrado.

—Estoy de acuerdo. Aun así, todavía seguimos preparándonos, creo que sería mejor tomarlo con calma.

—Es cierto…

Kuzuha-chan respondió con una sonrisa y dejó a un lado su plato vació.

—Arge-san, por cierto, no te he preguntado.

— ¿Qué cosa?

— ¿Por qué estamos viajando?

Habría respondido esa pregunta inmediatamente hace unos días. Encontrar a alguien que me de tres comidas al día, me deje dormir cuando quiera y me de sangre. No miento al decir que sigo buscando eso.

Sin embargo, este viaje está muy lejos de eso objetivo. Vamos a la capital del Imperio, donde seguramente habrá gran combate.

—Hay algo que debo de preguntar.

— ¿Algo que preguntar?

—Kurogane Kuon… es un conocido mío.

No puedo decir que realmente hayamos estado conectados antes. Sin embargo, lo que le estoy confesado a Kuzuha-chan fue lo suficientemente grande como para hacerla abrir sus ojos sorprendida. ¿Qué otra emoción la acompaña? No quiero saberlo.

—Por eso es que debo preguntarle…

Lo que he dicho no ha cambiado. Mi otra vida en la casa Kuon. Hay muchas cosas que no pude decir. Como si buscara algo, dije…

—Tengo que preguntarle por qué. Si no… no podré dormir con calma.

— ¿Es eso…?

Mis manos empezaron a temblar e inconscientemente cerré mis ojos ¿Por qué? ¿Por qué estoy tan asustada? Ya veo… esto es miedo. En cuanto lo entendí el horror se extendió por todo mi cuerpo.

No sentí miedo cuando morí, o cuando estuve encerrada en una jaula. Pero ahora, estoy tan aterrada como para abrir mis ojos y ver el rostro de mi amiga.

—Está bien.

Su toque fue gentil y cálido. Fui envuelta por su suave esponjosidad y aroma. Cuando abrí mis ojos ella estaba enfrente mío, abrazándome.

—No estoy enojada con que me lo ocultaras, así que no tienes que tener miedo.

—Pero… yo…

 

—No estás de acuerdo con lo que está haciendo Kurogane-san ¿Cierto?

—Por supuesto que no…

Podrá estar en lo correcto si viviéramos en la casa Kuon. Los débiles son eliminados y solo los fuertes permanecen. Estar en la cima es la forma de vivir de los Kuon, su manera de pensar.

Por eso soy diferente, mi manera de pensar no encaja con eso. Reencarné en otro mundo por no estar alineada a eso.

Kurogane Kuon, no puedo aceptar su manera de pensar.

—Entonces, eres la Arge-san que conozco.

— ¿Kuzuha-chan?

—Gentil, amas dormir, problemática, linda… pero estuviste conmigo cuando yo lloré. Tú eres mi amiga más preciada.

Ella no sacó sus dedos de mi cabello. Kuzuha-chan sonreía mientras me miraba. Una sonrisa benevolente, como la que su madre hizo.

—Así que si estás triste estaré a tu lado, decidí eso desde entonces.

—Muchas gracias Kuzuha-chan.

— ¿Podemos quedarnos así un poco más?

—Sí… solo un poco más.

Me quedé con Kuzuha-chan hasta que mi cuerpo dejó de temblar. Fue un poco vergonzoso que una niña me mimara, pero me sentí aliviada cuando me llamó su amiga.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario