Capítulo 212: My friend
—Arge-san! ¡Atrapé muchos
pájaros hoy! ¡Comamos juntas!
—Muchas
gracias Kuzuha-chan.
Las
brochetas estaban calientes, señal de que habían sido preparadas recientemente.
Atraída por el olor de la salsa, la tomé en mis manos y probé. Su dulzura y
picor combinaba bien con el sabor del ave.
Seguramente es una receta de Kuzuha-chan, tomando en cuenta como fue cocinada. Carne exquisita que desborda en su jugo y que ya he probado muchas veces. Ella debe ser buena en la cocina ¿No? Probablemente su madre le enseñó, pero Kuzuha-chan es asombrosa. Me podría casar con ella en cualquier momento si me lo pidiera.
—La
salsa es deliciosa.
—Ehehe,
me la enseñó Iris-san.
—Es
así… muchas gracias.
—No
es nada… mmm ¿Me puedo sentar contigo?
—Claro.
No
hay razón para rechazar estar con una amiga. Kuzuha-chan colocó un plato con
una montaña de pollo frente a mí y se sentó.
—No
puedo aguantar el hambre cuando termino de trabajar. *Ñom, ñom* estoy haciendo
un buen trabajo.
—Muchas
gracias Kuzuha-chan.
—No
es nada, Aoba-san también consigue frutas y verduras, aunque creo que la carne
también es importante.
Kuzuha-chan
sacudió su cabeza con una despreocupada sonrisa mientras comía. Incluso si se
trata de un ejército menor al del imperio, la rebelión sigue siendo un grupo
grande. Alguien como Richelle-san comería bastante, pero Kuzuha-chan, que puede
hacer copias de sí misma y cazar ha sido de mucha ayuda.
—Ya
me he acostumbrado.
—Estoy
de acuerdo. Aun así, todavía seguimos preparándonos, creo que sería mejor
tomarlo con calma.
—Es
cierto…
Kuzuha-chan
respondió con una sonrisa y dejó a un lado su plato vació.
—Arge-san,
por cierto, no te he preguntado.
—
¿Qué cosa?
—
¿Por qué estamos viajando?
Habría
respondido esa pregunta inmediatamente hace unos días. Encontrar a alguien que
me de tres comidas al día, me deje dormir cuando quiera y me de sangre. No
miento al decir que sigo buscando eso.
Sin
embargo, este viaje está muy lejos de eso objetivo. Vamos a la capital del Imperio,
donde seguramente habrá gran combate.
—Hay algo que debo
de preguntar.
— ¿Algo que
preguntar?
—Kurogane Kuon… es
un conocido mío.
No puedo decir que
realmente hayamos estado conectados antes. Sin embargo, lo que le estoy confesado
a Kuzuha-chan fue lo suficientemente grande como para hacerla abrir sus ojos sorprendida.
¿Qué otra emoción la acompaña? No quiero saberlo.
—Por eso es que
debo preguntarle…
Lo que he dicho no
ha cambiado. Mi otra vida en la casa Kuon. Hay muchas cosas que no pude decir.
Como si buscara algo, dije…
—Tengo que
preguntarle por qué. Si no… no podré dormir con calma.
— ¿Es eso…?
Mis manos
empezaron a temblar e inconscientemente cerré mis ojos ¿Por qué? ¿Por qué estoy
tan asustada? Ya veo… esto es miedo. En cuanto lo entendí el horror se extendió
por todo mi cuerpo.
No sentí miedo
cuando morí, o cuando estuve encerrada en una jaula. Pero ahora, estoy tan aterrada
como para abrir mis ojos y ver el rostro de mi amiga.
—Está bien.
Su toque fue
gentil y cálido. Fui envuelta por su suave esponjosidad y aroma. Cuando abrí
mis ojos ella estaba enfrente mío, abrazándome.
—No estoy enojada
con que me lo ocultaras, así que no tienes que tener miedo.
—Pero… yo…
—No estás de
acuerdo con lo que está haciendo Kurogane-san ¿Cierto?
—Por supuesto que
no…
Podrá estar en lo
correcto si viviéramos en la casa Kuon. Los débiles son eliminados y solo los
fuertes permanecen. Estar en la cima es la forma de vivir de los Kuon, su
manera de pensar.
Por eso soy
diferente, mi manera de pensar no encaja con eso. Reencarné en otro mundo por
no estar alineada a eso.
Kurogane Kuon, no
puedo aceptar su manera de pensar.
—Entonces, eres la
Arge-san que conozco.
— ¿Kuzuha-chan?
—Gentil, amas
dormir, problemática, linda… pero estuviste conmigo cuando yo lloré. Tú eres mi
amiga más preciada.
Ella no sacó sus
dedos de mi cabello. Kuzuha-chan sonreía mientras me miraba. Una sonrisa
benevolente, como la que su madre hizo.
—Así que si estás
triste estaré a tu lado, decidí eso desde entonces.
—Muchas gracias Kuzuha-chan.
— ¿Podemos
quedarnos así un poco más?
—Sí… solo un poco
más.
Me quedé con
Kuzuha-chan hasta que mi cuerpo dejó de temblar. Fue un poco vergonzoso que una
niña me mimara, pero me sentí aliviada cuando me llamó su amiga.
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