Capítulo 144: Corazón
ardiente.
—Arge-sama,
¡buenos días!
—…Uhm,
buenos días Roro-san.
Estando
un poco sorprendida, debido a que desperté de una manera diferente a la normal,
le regresé el saludo a la persona que vino a levantarme. Básicamente, yo
siempre duermo hasta que alguien me despierta por la mañana, pero es un poco
inesperado que esta vez viniera Roro-san en lugar de Kuzuha-chan o Felnote-san.
Roro-san
me miró, asintiendo mientras abría las cortinas de la habitación. Cuando abrió
la ventana, el agradable aire de la mañana se mezcló con el interior. Al
terminar y darse la vuelta, ella me sonrió haciendo que sus peculiares orejas
de Elfo Oscuro se movieran.
—Hace
un buen día ¡el clima perfecto, Roro hoy también trabajará duro!
—Ha,
eso parece.
Mientras
respondía apropiadamente al buen humor de Roro-san me bajé de la hamaca. La
fría madera se siente fresca y mis pies descalzos la encuentran agradable. Sigo
sintiéndome un poco dormida y somnolienta.
Entonces,
una alegré voz resonó en mis oídos.
—
¡Es un día perfecto para lavar! ¡Ahora, Arge-sama, con eso en mente dale tus
ropas a Roro! ¡Roro lo sabe! ¡Arge-sama ha estado vistiendo lo mismo desde que
llegó!
Hospitalidad.
Al
grado en que pude oír cierto efecto de sonido, Roro-san apuntó su mano hacía mí
con fuerza. Se ve como toda una niña, ya que no es tan alta como yo, y su traje
de criada parece estar más para presumir. Sin embargo, por su raza de Elfo
Oscuro, su edad probablemente sea mayor a su apariencia, siendo ese por qué no
puedo llamarla con el “chan” y uso el “san”.
—Uh…
Roro-san, en realidad no tengo que cambiarme.
—
¡Eso no es bueno! ¡Si usas la misma ropa todos los días definitivamente se
ensuciaran! ¡No me había percatado de esto hasta ahora, pero tengo que
encargarme de ello dado que ya lo he hecho!
—Tú…
no lo has notado.
—Si
lo piensas, hoy es un buen día ¡Lavar la ropa será rápido! ¡¡Oh, es algodón de
la República!!
No
está equivocada, debo decir que es una persona honesta y dedicada. Ella ya ha
tomado la túnica que me quité y deje en el suelo antes de acostarme y ahora está
acercándose para quitarme mi ropa interior. Esquivándola de derecha a
izquierda, le hablé.
—No,
realmente está bien, puedo limpiarlas perfectamente.
—Incluso
si eres cuidadosa de no mancharlas ¡la suciedad de tu cuerpo y sudor seguirá
impregnada en tus ropas!
—Y
ese es el por qué… Ah… esto es muy problemático… limpieza.
Sería
una molestia hacerla entender con palabras, por lo que decidí mostrárselo
directamente. Pensando en ello, usé magia y un fresco viento, cargado de poder
mágico, llego haciendo sacudir la falda de Roro-san.
—
¡¡Qué…!!
Y
ella abrió sus ojos de sorpresa.
—Sí,
justo ahora, ¡eso fue mi magia de recuperación…!
—Ciertamente,
si puedes hacer eso, no hay necesidad de lavarla.
Un
alto de nivel de magia de recuperación incluso puede limpiar la suciedad, impurezas
del cuerpo y también la ropa que se viste. Solo recientemente he entendido cuan
inusual es que pueda hacer esto sin un canto .
—Mi
señora había dicho que Arge-sama era una persona terrorífica, pero pensé que era
solo porque tenías un alto nivel de traducción. No se me ocurrió que fueras una
gran maga… Roro está… ¡Roro está impresionada…!
—Uhm,
gracias por eso.
—Pero…
¿pero entonces que ropas voy a lavar ahora?
—
¿No deberías estar contenta de que tu trabajo haya disminuido?
—
¿De qué hablas? El trabajo de una criada es ayudar a su maestro… ¡y hacer todo
lo que puedas por este! ¡Así es como una criada hace su trabajo! ¡Una criada
cuyo trabajo se ha ido es como un pastel que ha perdido su cereza!
—Eh…
uhm.
Incluso
si ella no está feliz por tener menos trabajo, no debí de haberme rendido en
quitarme estas ropas. De cualquier forma, parece que he pisado alguna mina problemática
con esto.
—De
todos modos, como la criada a la que se le pidió seguirla y ayudarle por hoy
¡Roro no dejará a Arge-sama hasta que obtenga un trabajo!
—
¿Es una orden de Richelle-san?
—Sí,
hoy mi señora, Kuzuha-sama y Felnote-sama
están trabajando ¡por lo que Roro-san cuidará de Arge-sama!
En
efecto, esto será una molestia.
Recordé
cuando aún no estaba en este mundo y vivía como Kuon Ginji en la tierra.
Roro-san es justo como Ryuko-chan, quien cuidaba de mí. El tipo de persona
entusiasta por trabajar, en otras palabras, ella es una buena empleada, pero
este tipo de persona es algo molesta porque siempre están buscando algo que
hacer incluso si no lo hay, al grado de sentirse incomodados si no lo
encuentran.
—Uh…
Entonces, Roro-san, podrías prepararme el desayuno.
—Ya
lo he hecho.
—Limpiar
la habitación.
—Limpio
el interior de la mansión en la mañana, tarde y noche como rutina diaria.
—…
Lavar la ropa de otras personas que no sean yo.
—Por
supuesto, ya terminé con eso.
¿Qué
pasa con esta chica? Que habilidad tan asombrosa. Aunque luce como una niña, al
parecer es bastante capaz como criada. Aparentemente, ella es la única sirvienta
trabajando en esta mansión, dicho de otra forma, ella sola se encarga de todas
las tareas misceláneas.
—Ahora,
Arge-sama ¡Roro está siempre lista! ¡Si lo deseas, lameré tus zapatos!
—No,
no tienes que lamer mis zapatos.
—Entonces
¿dónde debería lamer Roro…?
—
¿Por qué quieres lamer…?
Por
cierto, recuerdo que ella le dijo algo similar a Felnote-san. Me pregunto si
Roro-san lo hace a propósito.
—Ah,
entonces, ¿debería pedirte por la comida? Mientras tanto, pensaré en alguna
tarea o algo.
—Sí,
¡te guiaré a la mesa!
Roro-san
me apresura y sacude sus largas orejas como si fueran la cola de un perro. Es
fácil decirlo, pero ella no tiene nada
que hacer; mas no puedo decírselo, su sonrisa emite mucha presión. Ella
realmente es alguien que no se sentirá cómoda teniendo las manos libres.
Gracias por otro capitulo, me agrado Roro-san
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