viernes, 16 de octubre de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 201

Capítulo 201: El orgullo de un perro callejero.

—Bueno… terminamos destrozando a una famosa bandida.

—¿Ella es famosa? Mm ¿Vestido flotante-san?

—¡¡¡MMM!!!

—Ah, lo siento ¿“Princesa flotante”-san es mejor?

—¿Mmgm?

Ella intentó decir algo, pero no pude entenderlo porque tenía su boca tapada. En tanto, Felnote-san habló mientras miraba con cierta tristeza a la mujer, con cierta compasión.

—Te lo diré ahora, el nombre de esta bandida es Amano Kuyuri… Ella viste un vestido-artefacto mágico, el cual es bastante poderoso y famoso. Ciertamente, ella recién atacó el banco de Cyril y recuerdo haberlo visto en las noticias.

—¿Eh? ¿Ahí?

—Afortunadamente fue repelida. Ha intentado atacar varias veces, como cuando estuvimos ahí.

Fuimos al banco de Cyril antes de partir al continente demoniaco. Exista, el espíritu que protege el lugar, me confundió con su madre, Cyril. Estuvimos ahí un tiempo.

—Ahora que lo mencionas… en aquel momento, creo que ella mención algo sobre el ataque de unos bandidos.

Básicamente, los bandidos de los que Exista habló eran de este grupo, conocidos. Parece ser que me involucré con alguien relacionada a mi hermana mayor, el mundo es sorprendentemente pequeño.

—Entonces… ¿Por qué estás aquí?

—Hmm, ellos me pidieron ayuda.

—Lo siento ¡supongo!

—Estábamos preocupados.

—Tch…

Dejando de lado que me chasqueó la lengua, Terrier-chan se reunió con sus dos hombres.

—No te lo agradeceré ¿Está bien?

—No hay problema, no creo que fuese malo ayudar a Terrier-chan.

A final de cuentas, yo solo quería ayudarlo, incluso si no me lo pidió. Más bien, no quiero forzarlo a que me dé las gracias si no quiere.

—¿Estás herido?

—Nada, casi me lavan el cerebro… pero eso debió ser obra tuya.

—Sí, mi magia de recuperación eliminó todas las maldiciones en el fuerte.

—Tch… sigues entrometiéndote perra

—Como ya dije, no soy una perra.

Intenté corregirlo, pero Terrier-chan solo suspiró, no insistiré más.

—¡Señor comediante! ¡Mucho tiempo que no lo veo!

—¡Ya te lo dije! ¡No soy un comediante!

—Sí, tu realmente pareces un bandido. Por el bien de Arge, haré como que no vi nada.

— ¿Qué hace la gran caballero de ojos heterocromáticos aquí?

—Por favor no preguntes… es difícil de explicar.

Terrier-chan parece haber identificado a Felnote-san de un vistazo. Él es un líder, debe tener un mejor conocimiento del mundo que sus hombres.

—Lo siento, pero tengo ciertos asuntos pendientes con él… Quiero decir ¿Nos pueden dar algo de tiempo a solas?

—¿Está bien Arge-san?

—Son mis más viejos conocidos en este mundo.

Podrán haber atacado a Zeno-kun, pero nadie sabe de eso salvo ellos y yo. Tanto Aoba-san como Felnote-san estuvieron inconformes, pero al final se fueron. Luego de ver como todos se habían ido, me di la vuelta.

—Entonces.

 

—¿Qué pasa perra?

—No, solo quería preguntarte… sobre Kuon, supongo que…

Antes de terminar mi oración, plata destelló.

Gentilmente atrapé el cuchillo que estaba dirigido a mi cuello. Sé que no iba en serio, solo respondí reflexivamente.

—Supongo que realmente hay relación…

—¿Cómo sabes sobre eso? ¿Vienes por nosotros?

Terrier-chan está a la defensiva. Como esperaba ellos están relacionados con los Kuon, y por encima de todo ya no lo están.

—No, sin embargo, también estoy involucrada con los Kuon… No soy aliada de eso.

—¿Qué? ¿Algo como los experimentos del viejo?

—Em… algo así.

En realidad es diferente, pero si quisiera explicarme bien tendría que hablar sobre la reencarnación, así que mejor dejémoslo ir. En los términos de fracaso de los Kuon, la palabra “experimento” no sería del todo equivocada.

—Haa… el mundo es pequeño, no esperaba que desde ese momento estuviésemos conectados.

—Estoy tan sorprendida como tú.

—¿Viniste a comprobarlo?

—Algo así, pero para simplificarlo… dejar a tus hombres de lado me habría hecho difícil tomar una siesta.

Cuando le dije mi verdadero motivo, se relajó. Como ya sé, cada una de sus reacciones es entretenida e interesante. Terrier-chan estaba un poco aturdido, se dio cuenta de que iba en serio. Tras mirarme con sus ojos entrecerrados por unos momentos, dijo.

—Somos una unidad de combate creada por el viejo, perros de caza.

—Sí, lo oí de Shiba-san.

—Shiba… entonces sigue con vida.

Por unos momentos su expresión mostró cierta nostalgia, pero en seguida recuperó su usual, y gruñona, cara.

—No quería quedarme como un perro.

Por la fuerza de sus palabras, supe que hablaba en serio. Dach-chan y Chihuahua-chan lucen como si pudieran recordar algo malo. No son buenos recuerdos para ellos, básicamente.

—Los perros con honor son mejores, nuestras vidas no se desperdiciarán por el bien de alguien más. Ya que podemos usar nuestras vidas, estas nos pertenecen.

—Ya veo…

Por alguna razón, cuando me los encontré me sentí aliviada de verlos. Incluso ahora, sabiendo de sus circunstancias y conexión con los Kuon, verlos me alivia de algún modo.

Es deslumbrante poder verlos expresándose claramente a pesar de haber interactuado con los Kuon.

—Está bien, entiendo. ¡Me voy ahora!

—… ¿Qué vas a hacer?

—Iré al Imperio, quiero arreglar las cosas de una buena vez por todas.

Mis palabras salieron con naturalidad. No necesito saber la razón, tengo que ir sí o sí. Debo conocer a esa persona y arreglar las cosas con ese lugar llamado Kuon. Al haber hablado en voz alta, se sintió mejor de lo que esperaba en mi corazón. Estoy convencida, no tengo más que decir, solo debo escuchar lo que quiero y puedo oír.

—Entonces, Terrier-chan, Dach-chan, Chihuahua-chan. Nos vemos.

—Espera…

—¿Qué pasa?

—Los soldados del imperio patrullan por aquí. Si piensas adentrarte en su territorio estarás bien hasta cierto punto, pero en la frontera…no, hay mucho conflicto cerca de donde había una frontera.

—Ah… ¿Sí?

Con una guerra empezando, las fronteras ya no tienen sentido. Sin embargo, estamos cerca de esta, inevitablemente las regiones entre la República y el Imperio tendrán cada vez más conflictos. Planeaba evitarlos tanto como fuera posible y adentrarme en el Imperio.

—Pienso evitar todos los conflictos que pueda, ya se me ocurrirá  algo si nos descubren.

—Básicamente no tienes un plan… ¿Qué se le va a hacer?

—¿Eh?

—Oigan, ustedes dos.

—¡Hei!

—¡Oi!

A partir de ahí, empezaron a actuar como siempre.

—Chihuahua, “Kusarigama”

—Dach!, bombas.

—Terrier, lanzador de cuchillos.

—¡Los tres somos, los bandidos Terrier!

—Comediantes, como siempre.

—¡Hey! ¿Quiénes son los comediantes?

Los tres me contestaron al mismo tiempo, realmente son compañeros. Terrier-chan me miró, dejó salir un gran suspiro, y me dio la espalda.

—Nos iremos, estaremos trabajando por aquí desde ahora.

—Em… ¿Vas a ganar tiempo para nosotros?

—No me malinterpretes, esta mujer también es buscada en la República. Si hacemos un desastre aquí, el Imperio lo notará y la atraparán. De por si queríamos hacer algo malo cerca, así que no me malinterpretes.

—Repetírmelo  dos veces… que comediante tan tsundere.

—Realmente eres una molestia… podrías ser buena solo una vez… Tch. En fin… así serán las cosas, si quieres ir al Imperio, tendrás que hacerlo por tu cuenta ¿Entiendes?

—Gracias Terrier-chan.

—Hm… y la espada que tienes, como ya sabrás, tiene una hermana. Hasta donde sé esta se encuentra en el Imperio, lo mejor será que tengas cuidado.

—Entiendo, gracias. Ustedes también cuídense por favor.

—Tch… vámonos chicos.

Se dio la vuelta gruñonamente y se fue. No sabe cómo mostrar gratitud y no tiene más que decir, eso fue todo. Dach-chan y Chihuahua-chan, en cambio, caminaron a donde estaba y se inclinaron antes de irse.

—Perra… gracias.

—Gracias por ayudarnos, perras.

—No hay de qué, simplemente no quería dejarlos solos, y no soy una perra… me llamo Argento Vampear. No tengo nada que ver con los Kuon, soy solo un vampiro.

No sé cuántas veces lo he dicho, pero seguramente nunca me llamaran por mi nombre. Para ellos soy una perra y para mí son unos comediantes. No importa si estoy involucrada o no con los Kuon.

Suspiré mientras veía como se iban con la bandida.

—¿Nos volveremos a encontrar?

Cuando todo termine ¿Podremos platicar con calma?

—No puedo decir mucho al respecto, pero espero que cuando ese momento llegue, haya encontrado a alguien que me de tres comidas al día, me de dulces y sangre y me deje dormir cuando quiera.

—No te rindes con eso.

—Ah, Felnote-san.

Probablemente ella fingió irse y nos miró de cerca. Me miró ligeramente aturdida, parece ser que no escuchó mucho al respecto.

—¿Terminaron de hablar Arge?

—Sí, vámonos Felnote-san. Ellos atraerán un poco la atención del Imperio desde ahora.

—Los bandidos Terrier… un habilidoso grupo de bandidos que han hecho un escándalo alrededor del mundo con solo tres personas.

—Es un grupo de comediantes con una muy buena actuación.

—Luego de verlos posar así… puedo estar de acuerdo con eso.

Regresamos al carruaje. Parece ser que el futuro aún queda lejos, pero desde aquí será un poco más fácil.


AnteriorSiguiente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario