Capítulo 186: Voluntad de hierro y sangre
—Hahh… estoy tan nervioso.
Me di la vuelta, luego de exhalar. La mujer sentada en el trono, con su mirada en mí, aplaudió.
—Fue un muy buen discurso Kurogane.
—Emperatriz, tan solo soy un ingeniero, no me gustan estas cosas.
Ella rió, violentamente, y se encogió de hombros cuando protesté. Que el color de su pelo sea rojo es solo una coincidencia, pero en el mundo del que vengo, “Brute” se pronuncia de la misma forma que sangre”. Suena bastante rudo para una mujer, pero le queda bien a ella. De hecho, el camino principal de su Imperio está cubierto de sangre.
—No soy buena con las cosas que haces, ni siquiera entiendo mucho cuando me hablas sobre esa kamara… o televi… Cuando las toco, se rompen inmediatamente.
—Sí, sí, lo sé realmente bien. Siempre intentas remediar el error con chuletas.
— ¿Error?
—Ah, vale, vale, no lo volveré a decir.
La forma en que inclinó su cabeza como cualquier chica, es bastante diferente a la imagen que se tendría de una emperatriz que escaló hasta este puesto a base de sangre. Ella está interesada en todo, pero no se interesa en entender nada de ello. Al parecer al candidato a rey tampoco le importan los detalles y eso reduce mi trabajo
Además… no estoy hecho para ser un líder.
Me conozco muy bien, no puedo dirigir a las personas, tan solo soy un ingeniero. No estoy interesado en los otros. Manipulé genéticamente a un escuadrón, pero no siento ninguna emoción cuando veo a los sabuesos que podrían ser llamadas mis hijos. En el mejor de los casos tan solo me preocupan los resultados de la batalla. Yo solo puedo tratar la vida humana como números u objetos, no tengo lo de un general o candidato a rey.
— ¿Por cierto, cuantos perros de caza murieron en la república?
—El reporte aún viene en camino, pero no debieron ser muchos. Fueron realmente rápidos para escapar tras la bengala y lo del conde.
—Ya veo, dale elogios al resto y construye tumbas para los muertos, sin dudar.
Sí, no tengo la espiritualidad para encargarme de vida creada como esta. La única cosa que le dio un corazón a los sabuesos fue una medida experimental cuando sus números decayeron, esperaba mejores resultados provenientes de su ira y tristeza. No tengo algo como eso, pero sé que puede tener un gran impacto en aquellos que no han muerto. La creación de mi unidad de sabuesos no fue para nada, más que para recolectar información.
—Fuu…
Ellos trabajaron más de lo que pensé y han contribuido enormemente en el lavado de cerebro de vampiros. Eso es todo para mí. Incluso si se necesitaron de varios sacrificios, finalmente pudimos tener al conde negro en nuestras manos. Estoy alegre de que la herramienta que preparé fuese útil.
La unidad de sabuesos parece adorarme como su creador, pero eso no tiene nada que ver con los resultados. Bueno, está directamente vinculado con su motivación, así que no tengo razón para detenerlos. Es cierto que mi actitud ha creado unos cuantos aliens, pero no pretendo detenerlos. No tengo interés en herramientas que no pueden usarse.
—Ahora… para determinar mi valor.
Mi valor como ingeniero. Este mundo está muy por detrás del que vivía, debido a la existencia de la magia el progreso tecnológico ha sido lento. Sin embargo, los minerales y leyes del mundo casi no han cambiado. En otras palabras, es posible descubrir reacciones químicas y crear cosas de estas. Incorporando la tecnología única de este mundo, como los artefactos, hice varias cosas como las aeronaves. El conocimiento y habilidad que tenía antes de reencarnar me ha permitido hacer varias cosas. Es como mover las cosas del reloj original, pero no importa.
No sé sobre los demás, pero definiré mi valor en este mundo. Usaré todo lo que pueda para eso. En ese sentido, ella y yo somos similares.
—Intentemos conquistar este mundo, espero por ello.
—Me gustaría alcanzar esas expectativas.
Aplastaré a todos los enemigos, como ella quiera. Ese es el valor que puse en este mundo y no se lo puedo dar a nadie más. Como alguien de Kuon, estaré por encima de los demás. Esa filosofía mía no cambiará incluso en otro mundo.
—Conquistemos el mundo, como te lo prometí aquel día.
—No necesitas repetirlo tanto hasta que este hecho.
—Es momento de darle valor.
¿Cuál es el valor de este otro mundo?
¿Cuál es valor del sueño de la emperatriz?
Daré lo mejor para decidirlo todo, reencarné aquí porque quiero que mi sueño se vuelva realidad.
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