lunes, 19 de octubre de 2020

Tensei Kyuuketsukisan wa Ohirune ga Shitai Capítulo 203

Capítulo 203: Flores en el callejón

¿Cómo fue que llegamos a esto?

— ¿Pasa algo Aoba?

—No, nada, cuando se va de compras es normal que quien conozca el lugar te acompañe, sí, no estoy deprimida, no lo estoy.

Por alguna razón Aoba-san terminó murmurando cosas, pero las compras en sí mismas van bien. El pueblo al que llegamos es bastante grande. Aoba-san y yo tenemos habilidades de traducción, así que podemos hablar sin problemas. Felnote-san parece conocer en idioma del Imperio hasta cierto punto.

—Estoy bastante sorprendida de que Felnote-san pueda hablar el idioma del Imperio.

—Tenía que leer códigos de una nación hostil, por eso.

Aunque lo dijo casualmente, su expresión es seria. En estos momentos ella usa una túnica grande para ocultar sus ojos heterocromáticos de los demás, un rasgo único del antiguo caballero del reino; su rostro es famoso y podría llamar la atención.

— ¿Por qué viniste de compras con nosotras para empezar? ¿Eres consciente de tu reputación no? ¿No bastaba con darnos un mapa?

—Conozco mi reputación, pero venir de compras no era mi único objetivo.

—Entonces… ¿Viniste a reunir información?

—Mmm… cerca, pero esa no era mi intención.

Mientras miraba a Felnote-san murmurar, mordí una brocheta que compré en un puesto. El pescado fresco es delicioso, tiene un buen aroma y refrescante sabor. Compraré un poco para Kuzuha-chan y compañía cuando regresemos.

—Hey… Arge, eres tan despreocupada. ¿Por qué comprarías algo como eso?

—Mgm… ¿En verdad? Lo compré hace rato, de una tienda antes de venir a este callejón… es delicioso, le daré a los demás luego como regalo.

—Pensé que eras un poco extraña cuando recién nos conocimos, pero parece ser que te has acostumbrado a viajar.

Ladeé mi cabeza, Felnote-san parecía estar feliz por alguna razón.

—Haa~, no creo que haya cambiado mucho.

—No es algo malo, al menos es un gran progreso que ya no te duermas o camines desnuda.

— ¿¡Eh!? ¡Cuéntame más!

— ¿Eh? ¿Aoba? Quisiera evitar destacar lo más que se pueda ¿Podrías ser más silenciosa?

Felnote-san caminó para evitar multitudes, intentando calmar a Aoba-san que se emocionó por alguna razón. Naturalmente, nosotras la seguiremos, por lo que lentamente dejamos las calles principales. Nuestro equipaje está guardado en mi bolsa de sangre, y Aoba-san ha empacado la carne en sus hiedras, por lo que nuestros pasos son ligeros.

Mientras sentíamos que la multitud gradualmente descendía, le pregunté a Felnote-san lo más silenciosamente posible.

—Uhm ¿Qué tan lejos iremos?

—Ese tipo raro de la República… me dijo que…

De la República… ese tipo raro me dijo…

—Akisame-san ¿No?

Akisame-san es un político de la República que pertenece al consejo de Yotsuba. Él siempre está sonriendo y no puedo saber lo que piensa del todo, pero me impresiona su astucia. Aparentemente, le dijo algo a Felnote-san.

—El Imperio es muy dominante… El país parece calmado, pero los impuestos son muy altos, el reclutamiento para la guerra no tiene fin. Muchas personas están inconformes con sus tierras devastadas. Ahora que se han declarado enemigos del mundo…

—Es verdad…

—Por eso contactaremos con la rebelión.

—Rebelión… ¿No?

Ciertamente, cuando ayudamos a Terrier-chan, escuché de eso. Felnote-san asintió y siguió hablando.

—Sí, han estado ahí por mucho tiempo. No es un grupo muy grande, pero si las cosas empeoran mucho, eventualmente tendrán que moverse. De cualquier forma, ahora que el Imperio ha declarado la guerra su reputación incrementará bastante.

—En otras palabras, la primera flor que luchará contra un ambiente adverso.

—Ah… sí, mira.

Felnote-san señaló, no con sus dedos, sino con la mirada. Había personas de aspecto desgastado. Sin importar como los vieses, eran demasiado escuálidos y estaban más preocupados por comer que por cómo vestir; tanto ancianos como jóvenes, gente pobre.

Este poblado es grande, y las calles principales están bien cuidadas, pero si te sales de estas tan siquiera un poco…

—Con lo fuertes que son los impuestos, la vida es tan difícil como lo es el alistamiento. Muchos huérfanos sin hogar han nacido.

Aoba agitó sus manos mientras suspiraba. Sus plantas crecieron al fondo del callejón y las personas temblaron, pero no intentaron escapar. Lo siguiente que vi fue que sus brotes crecieron hasta hacer flores y, eventualmente, fruta fresca; montones crecieron en frente de personas sin hogar.

—Si tienen hambre no podrá apreciar de las flores, tengan.

Las palabras de Aoba-san resonaron en el lugar y las personas tomaron las frutas con calma. El fondo del callejón, que olía polvoroso y sucio, se llenó de un dulce aroma.

—Deberíamos evitar destacar…

—Las personas no pueden considerarse como tal hasta que se les trata como humanas. No miraré a un lado, así son mis creencias.

—Quizás… este bien con solo esto, lo siento Aoba.

—No, yo igual lo lamento Felnote-san.

—No importa, por favor sigamos.

Pensé que terminarían peleando, pero tanto Aoba-san como Felnote-san llegaron a un acuerdo. Aoba-san caminó tranquilamente, saludando con sus manos a los habitantes del callejón; tampoco les dará más de lo necesario.

—Bueno, según la información que conseguimos, debería de estar por aquí.

— ¡Eres muy descuidada!

— …¡¿?!

Solo unos momentos después de escuchar aquella extraña voz, en menos de un pestañeo, llegó. No hubo rastro de pisadas, pero la sombra que apareció repentinamente ya había puesto sus manos en el cuello de Aoba estando en su espalda.

—Si hueles tan intensamente, deberías ser un poco más cuidadosa.

—Tch… ¡Aoba!

—No tan rápido, no te atrevas a moverte. Puedo atravesarle el cuello antes de que saques tu espada, no, incluso antes de que muevas tus dedos.

Felnote-san siguió las demandas de la chica, quien rió satisfecha, y dejó caer su espada.

—Sí… te vuelvo a atrapar.

— ¿Ahh?

Me moví en un instante, tomé las manos de la chica y las retiré del cuello de Aoba-san. Cuando se trata de velocidad, no perderé contra nadie. La razón proviene de mis habilidades y que, como vampiro, no podía dejar pasar el aroma a sangre detrás del callejón. El olor a sangre seca en ella se ha vuelto tan fuerte que no puede ser removido, tan fuerte esencia podría detectarla incluso sin sonido. Por encima de todo, no puedo olvidar el aroma de esta chica.

— ¿Cuánto tiempo, Chrome-chan?

—Ah… Vam… Vampyr.

Sí, la chica que conocí en el bosque. Chrome-chan me miraba sorprendida



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