Capítulo 193: Unido incluso en la distancia
—Muy bien, eso es todo…
Zeno-kun, el mercader ambulante, habló con satisfacción y alivio. Luego de confirmar que había cargado el último equipaje dentro del carruaje, volteó a verme.
—Con esto será suficiente para el viaje. Arge-san guardará todo lo demás, a excepción de la carne.
—Sí, de este lado también ya hemos terminado.
Como vampiro tengo una habilidad de almacenamiento, llamada bolsa de sangre, que puede guardar cualquier cosa, a menos que tenga sangre. Por lo tanto, la carne inevitablemente tendrá que ser llevada en el carruaje. Tras terminar de almacenar todo lo demás, suspiré.
—Es una habilidad muy conveniente.
—Hahaha, es tan envidiable para un mercader. Es como un sueño poder cargar infinidad de productos.
—Puedo prestártela mientras viajemos juntos.
Zeno-kun fue la primera persona que conocí cuando llegué a este mundo y estuve bajo su cuidado. Ya hemos viajado juntos antes, y este será mi tercer viaje con él. Su conocimiento como vendedor y su personalidad atenta han sido de gran ayuda.
—Eso sería todo Arge-san.
— ¿Hay algún problema?
—No puedo acompañarte al Imperio.
—¿Es… eso?
Bueno, es cierto. Definitivamente tendremos un gran enfrentamiento con el Imperio. Es diferente a un viaje tranquilo o para llevar cosas como antes. Para un mercader como Zeno-kun, pelear no es lo que él querría. No puedo forzarlo a venir conmigo.
—Bueno, eres un mercader. Será peligroso, así que creo que es lo mejor.
—Ah… uhm, en realidad no es por eso. Te seguiré hasta que alcancemos las montañas. Será por lo menos durante unos cuantos días.
— ¿Eh…?
—Aparentemente, ellos también tienen al gremio de comerciantes como objetivo, así que planeo visitar el banco de Cyril; haré lo que pueda hacer.
—Ah ya…
Parece que lo malinterprete un poco. Pensé que debería disculparme por eso, pero, antes de que pudiera hacerlo, él me sonrió.
—No sé cómo irán las cosas, pero estoy seguro de que seré de ayuda Arge-san. Por favor déjamelo a mí.
—No tengo dinero… ¿Sabes?
—Es una compra a crédito. El dinero es importante, pero pretendo buscar y entender algo que es más importante que eso. Para mí, Arge-san es una amiga a la que quiero ayudar.
— ¿Es así? Entonces por favor…
—Sí, déjamelo a mí. Prometo que seré de utilidad Arge-san.
En el pasado no me hubiera gustado recibir la ayuda de nadie sin consideración. Estoy segura de que gracias a lo que me dijo Iris-san antes que puedo decir “por favor” con normalidad. No sé lo mucho que esa palabra signifique, pero Zeno-kun sonríe desde el fondo de su corazón queriendo que confíe en él.
—Cuando recibes mucho, debes pagarlo maravillosamente.
—Tan solo estás siendo tú ¿Es otra promesa?
—Sí, la misma que cuando nos despedimos.
En la ciudad portuaria de Arlesha, le prometí que le devolvería el favor cuando nos volviésemos a encontrar. Entonces nos reencontramos en la República y viajamos juntos. Y así como así, está intentando hacer otra promesa.
—Ah, si vas a ir al banco de Cyril, me gustaría escribir una carta para Exista…
—Está bien, definitivamente se la daré.
—Gracias Zeno-kun.
Mis conexiones crecieron con el tiempo. Comparado a cuando estaba en la casa Kuon, estoy involucrada con muchas personas. Con eso en mente, hice una nueva promesa con Zeno-kun. Él seguramente la cumplirá, estoy segura.
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